Club Puebla: ¿otro Monarcas Morelia?
Ojalá me equivoque, pero esta historia ya la vi y si en un futuro cercano se anuncia el cambio de sede del Puebla, entonces no debe sorprendernos, pues finalmente la actual dirigencia franjiazul ve todo como un negocio.
Es un hecho, el avance que tuvo el Club Puebla en los últimos 3 años se ha ido a la basura. Aunque la actual dirigencia asegure que no entendemos el “modelo deportivo” de la Franja, es un hecho que se ha regresado a la época de los López Chargoy.
Un equipo desahuciado, sin inversión, con inventos en el campo, con jugadores de bajo nivel y con problemas extracancha, como el lamentable caso “Xavier N”, es hoy en día el Puebla, lo que en este columnista levanta sospechas que ojalá sean solo ideas locas de quien escribe esto.
Es que esta historia del Puebla ya la vi hace unos años, con un equipo llamado Monarcas Morelia, propiedad del grupo que hoy maneja a la Franja y que de la noche a la mañana decidió cambiarlo de sede para convertirse en el gris y desangelado Mazatlán.
Previo al cambio de sede, la directiva de Monarcas vendió a los mejores jugadores del cuadro michoacano, además de que comenzó a comprar cascajo, todo con la evidente intención de provocar desinterés de la afición de Monarcas.
El estadio Morelos fue presentando entradas muy bajas y este fue el pretexto perfecto para desaparecer de un golpe toda la historia de este club, que fue campeón de México y jugó torneos internacionales como la Copa Libertadores.
Puebla –perdónenme nuevamente por los malos pensamientos –parece ir camino a ser un Monarcas Morelia. Lo que está pasando es similar a lo que se vivió en tierras michoacanas antes del cambio de sede.
Ojo, no estoy asegurando que el Puebla vaya a cambiar pronto de sede, pero el desinterés de Grupo Salinas hacia la Franja es más que evidente. No critico su visión de negocio, a final de cuentas el futbol es precisamente eso, un negocio.
Pero tampoco se puede jugar de esta manera con una afición que se ha entregado a un equipo que en la mayoría de ocasiones ha dado sinsabores a su tribuna, pues así sean solo 20,000 aficionados de corazón, merecen todo el respeto.
Hay muchos indicios de que el objetivo es hartar a la afición, no solo con un equipo poco competitivo, sino con boletos a precios elevados, incumplimiento a abonados y maltrato general que provoca distanciamiento con el equipo.
Insisto, ojalá me equivoque, pero esta historia ya la vi y si en un futuro cercano se anuncia el cambio de sede del Puebla, entonces no debe sorprendernos, pues finalmente la actual dirigencia franjiazul ve todo como un negocio.