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La libreta de Jaime Lozano

La justicia es atemporal para quien trabaja en pro de sus sueños, para quien no se rinde, para quien apunta, detalladamente, la ruta y pasos a seguir, como si trajera una libreta en las manos.

Rubén
Rubén Guerrero

Actualizado: 24 JUL 2024 - 16:41

La libreta de Jaime Lozano
Arte: GRADA

Conocí a Jaime Lozano a un par de semanas de que iniciara la Copa del Mundo de Brasil 2014; le realicé una entrevista y me sorprendió lo estructurado de su discurso, sus planes (que entonces lucían lejanos) y la determinación de sus palabras. Tenía un año de haberse retirado como jugador y estaba en el proceso de ser entrenador, a meses de emprender un viaje a Europa para hablar con referentes del banquillo.

Seriedad, paciencia y trabajo –me dijo en aquella ocasión –habían sido sus claves del éxito. Con estos valores, fue parte vital del bicampeonato de Pumas en el 2004, previamente con paso destacado en el Celaya de Carlos de los Cobos, después siendo pilar del Cruz Azul multi finalista y del Morelia que jugaba sumamente ofensivo con Tomás Boy, en el 2011.

Su carrera como jugador estuvo acompañada por una brillante etapa en la Selección Mexicana, donde fue fundamental para la Eliminatoria rumbo a Alemania 2006, con Ricardo La Volpe. Y sí, todos recordamos que no llevó a Cuauhtémoc Blanco, pero la mayor ausencia para ese Mundial fue precisamente la de Lozano; el estratega argentino lo dejó fuera en la lista final. Un duro golpe para Jaime.

“De mi etapa en selección mexicana solo tengo recuerdos bonitos, un gran aprendizaje y agradecimiento. Uno tiene que estar en crisis para reinventarse”, llegó a decir sobre su ausencia para Alemania ‘06. A todas sus características yo añadiría un par más: resiliencia y tenacidad. Tenía pocos meses como entrenador de Querétaro Sub 20, cuando logró el título de esta división con Gallos Blancos.

Volví a hablar a las pocas semanas y luego de su primer logro como DT:

Foto: Cortesía

“Creo en el jugador mexicano, en el jugador joven, que requiere de una oportunidad; sé que este es el comienzo de algo importante para mí”. Después se integró al cuerpo técnico del primer equipo, que ganó la Copa MX y en 2017, ya con él como entrenador de la escuadra principal, Querétaro obtuvo la Supercopa MX.

En esa primera etapa de Lozano como entrenador, había una particularidad: Jaime no salía a la banca sin una libreta oscura en la que realizaba apuntes con una pluma roja y negra, una especie de mapa donde trazaba rutas para repasar en el futuro, siempre consciente de que lo mejor para llegar a un objetivo era conocer a la perfección el recorrido que éste implicaba.

Un par de años después, tomó las riendas de la Selección Mexicana Sub 23, equipo con el que pudo trabajar, perfeccionar y dar resultados, como cuando era jugador. 

Fue campeón del Preolímpico en Guadalajara y ya en Tokyo, con una generación de esfuerzo y lucha, consiguió el bronce: “Es el mayor logro que he tenido hasta ahora, toca esperar qué vendrá para mí”, dijo semanas posteriores al hito.

Luego de una breve estancia en el banquillo del Necaxa y de presentar un plan para tomar las riendas de la selección mexicana absoluta, Jaime Lozano fue considerado para asumir como DT interino en la Copa Oro. 

La justicia es atemporal para quien trabaja en pro de sus sueños, para quien no se rinde, para quien apunta, detalladamente, la ruta y pasos a seguir, como si trajera una libreta en las manos.

Sobre el autor

Rubén Guerrero
Rubén Guerrero

Periodista. Coordinador de Comunicación en la Liga de Expansión. Autor de 25 Ídolos que todos vimos.