GRADA Opinión

Fuera del (inconformismo) mundial

México, como país y como tierra de jugadoras, está desconectadísimo del futbol femenil mundial. No tanto por no calificar a Australia-Nueva Zelanda 2023, sino porque desde 2019 no logra insertarse en la lógica mundial alrededor del futbol femenil.

Ana Paola
Ana Paola López

Actualizado: 24 FEB 2023 - 22:51

Fuera del (inconformismo) mundial
Arte: GRADA

No sabía por qué me sentía rara con la victoria de México en la Revelations Cup, y quizá necesitaba escuchar a Tiane Endler –tras quedar eliminada con Chile– leer la carta de Wendie Renard renunciando a su selección, seguir y escribir un poco sobre la protesta de Canadá, para entenderlo mejor hoy.

México, como país y como tierra de jugadoras, está desconectadísimo del futbol femenil mundial.

No tanto por no calificar a Australia-Nueva Zelanda 2023, sino porque desde 2019 no logra insertarse en la lógica mundial alrededor del futbol femenil. Estamos lejos en el entendimiento de qué es equidad y sobre qué hay que hacer para conseguirla.

En 2019 se llega tarde a esa ola y quedamos fuera del Mundial, porque en cuestión rendimiento y exigencia arrastramos una escuela de años que realmente no se criticó como se debió. Y se pueden enojar algunxs en medios, pero la femenil no era importante a nivel directivas o ‘altos vuelos’ institucionales; y la línea editorial era así, tenue, no indiferente, pero tenue o sin peso. Nunca se habló siquiera de cómo jugaba México y por qué no tenía argumentos futbolísticos o en el banquillo para calificar.

Esa línea que apenas empieza ahora, y no en medios masivos, se debió dar desde entonces. No lo entendimos en su momento, y ahora con pasos tímidos, aún somos reticentes a hablar así de la femenil, directivas o medios. Aunque al menos en la trinchera de las coberturas ya se empieza a alzar más la voz. Con consecuencias visibles, en las que incluso el mismo gremio periodístico confronta abiertamente y sin escrúpulos a mujeres referentes para castigar eso que sí se da en todo el mundo: inconformismo con la falta de oportunidades y el castigo a mujeres que buscan esas oportunidades para otras. Pero ahora, volvemos a llegar tarde. Sí, al Mundial porque no pasamos. Pero más que nada a ese inconformismo que sí se ve en las jugadoras en otras partes del mundo.

Ese inconformismo que te hace poner el sueño en la raya para hacerlo mejor. El que te hace, sí, demandar a tu federación (EEUU, Dinamarca), protestar abiertamente (Perú) aunque la federación misma amenace con demandar (Canadá), bajarse de convocatorias con un Mundial enfrente, el máximo logro deportivo que alguien podría tener (las 15 españolas, Wendie Renard, Marie Katoto, Ada Hegerberg).

Llegamos tarde a entender que si queremos que las cosas verdaderamente cambien, también hay que tomar responsabilidades.

Cómo me encantaría que la gente no tuviera que “sacrificar” cosas o hacer cosas que de una forma sabes y sientes que debes, aunque el costo sea alto. Pero no. Y ese miedo al costo alto es tan paralizante que por eso me siento rara con el resultado de la Revelations Cup.

Con la imagen de la liga en general, pareciera que por estas cosas no puedes hablar o criticar lo que se sabe que está mal y que nadie hace nada: censura, autocensura, acoso u hostigamiento intraclubes o por aficionadxs, el castigo diferenciado por gestiones “sin resultados” en los banquillos entre mujeres mexicanas de la primera división y hombres de primera división en femenil, la diferenciación de transmisiones, todo lo acontecido alrededor de la Sub-20 femenil, bajas prestaciones de muchas jugadoras y árbitras; etc.

En el fondo es como si tuviéramos que agradecer eso que se nos ha dado. Todavía no entendemos que esas cosas no se otorgan; se trabajan y se consiguen. Y si lo que no depende de nosotrxs es cuestionable, se enfrenta para intentar cambiarlo. No es ‘hacerte de la vista gorda’ para esperar tener un “beneficio” que, se sabe, es poco o no justamente accesible para más personas.

En fin, creo que estamos fuera de ese inconformismo. Porque de estar en él, tendríamos otra realidad. Quién quita y, también, una selección calificada. Porque esa ‘hambre de cambio’ y tomar responsabilidad por las cosas no es algo ajeno a la cancha.

Así es como se gana en la vida y en el terreno de juego.

Sobre el autor

Ana Paola López
Ana Paola López

Ex jugador profesional de la Liga MX Femenil. CP ITAM y Directora Técnica egresada del ENDIT.