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Bielsa y México, una relación que no habría funcionado

Usted, apreciable lector, ¿se imagina a un profesional como Marcelo Bielsa dirigiendo a un equipo como el Tri, que es todo menos serio y responsable? Esa relación no habría durado mucho.

Omar
Omar Rodríguez

Actualizado: 24 NOV 2023 - 3:00

Bielsa y México, una relación que no habría funcionado
Arte: GRADA

Parece muy distante aquel tiempo en el que, tras la salida de Gerardo Martino, se puso sobre la mesa la posibilidad de contratar a Marcelo Bielsa.

Y no, no ha pasado mucho tiempo; apenas menos de un año desde que se propuso al “Loco” como sucesor del “Tata” en el puesto de director técnico del Tricolor.

En aquel momento los comentaristas a los que se les filtró esta posibilidad dieron a conocer algunas de las exigencias que Bielsa tendría con relación al manejo de la selección, tanto fuera como dentro del campo.

Por el mundialmente conocido profesionalismo de Marcelo Bielsa se supo de antemano que su contratación no llegaría a concretarse. Él, hombre que más que vivir del futbol vive para el futbol, tiene una maquinaria bien aceitada, cuyas piezas se mueven en una vertiginosa sincronía.

Bielsa, porque así se han expresado de él jugadores de las más variadas nacionalidades y niveles, lo mismo futbolistas en ciernes que figuras y figurones, exige mucho, pero da mucho; él, un obseso del futbol, pasa interminables horas mirando videos de partidos de distintas partes del mundo; él, sin exagerar, puede decir cuánto corrió, pasó y falló cada uno de sus elementos, esto sin hacer uso de alguna aplicación, puesto que Marcelo es un hombre chapado a la antigua ya que no necesita más que un bolígrafo y una libreta para hacer grafías y anotaciones.

Usted, apreciable lector, ¿se imagina a un profesional como Marcelo Bielsa dirigiendo a un equipo como el Tri, que es todo menos serio y responsable?

Esa relación no habría durado mucho porque mientras el argentino es un técnico de veinticuatro horas durante los siete días de la semana, los federativos mexicanos son tales durante un tiempo muy corto y ya no profundicemos en los jugadores, puesto que ellos son profesionales pocas horas a la semana.

Imagínese esto: Bielsa exigiéndose al máximo mientras los seleccionados planean el momento perfecto para pedir un permiso especial, más días de vacaciones o la ruptura de una concentración o alguna regla. No, definitivamente no; la relación de Bielsa y México no habría funcionado.

En México se buscan respuestas fáciles para temas complejos; los directivos de selecciones nacionales están muy interesados en mantener sanas las finanzas del negocio, pero poco por el tema deportivo, el cual debería ser prioritario porque precisamente es la raíz del negocio.

En nuestro país, en lo que al manejo de selección se refiere, se sigue pensando en que el nivel está para competirle de tú a tú a potencias, independientemente de la persona que se siente en el banquillo. El presente futbolístico tiene evidencias irrefutables. 

Marcelo Bielsa aceptó ser cerebro, músculo y corazón de un proyecto serio como la selección uruguaya, misma que, tras un fracaso en Qatar, tuvo la lucidez y la autocrítica suficiente para aceptar que necesitaba un cambio estructural. Uruguay, tras la culminación de un largo proyecto con el “Maestro” Tavares, se equivocó con la elección de Diego Alonso y vaya que el yerro le costó, sin embargo, corrigió y contrató a un “Loco” que hoy brilla con los charrúas en la eliminatoria mundialista sudamericana.

Mientras Bielsa triunfa con los celestes, México ni siquiera piensa en lo que pudo ser y no fue puesto que directivos, entrenador y jugadores viven pensando que la Copa del Mundo de 2026 será un éxito por el simple hecho de jugarse una parte en el territorio nacional.

¡Qué mentalidad!

Sobre el autor

Omar Rodríguez
Omar Rodríguez

Periodista poblano, escritor, conductor de radio y televisión. Ha realizado coberturas de 30 torneos de Liga MX y coberturas internacionales, entre ellas Copa del Mundo FIFA y Copa Confederaciones.