GRADA Opinión

Club Puebla: el resguardo de la dignidad

Describir el problema en el que el Club Puebla está metido necesita muchísimos caracteres y demasiadas variantes para descubrir lo evidente.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 25 AGO 2023 - 9:20

Club Puebla: el resguardo de la dignidad

Describir el problema en el que el Club Puebla está metido necesita muchísimos caracteres y demasiadas variantes para descubrir lo evidente, el desgaste emocional que la indiferencia del trato (maltrato) que se le ha dado al club, su personal y sobre todo a su afición ya ha mermado a niveles de necesidad de terapias para todos.

Aquí todos son responsables desde sus diferentes trincheras, en mayor o menor cantidad cierto también, pero todos han aportado su granito de arena a este aparatoso y apoteósico debacle anunciado muchos meses atrás.

La directiva en la mayoría de las temporadas ha buscado tener un entrenador perfil medio y bajo, manejable en cuestión de “te traje jugadores”, en exigencia misma porque si no es tan bueno, no le puedes exigir más de lo que pueda darte (salvo contadas excepciones), un equipo mediano de jugadores poco rentables en otros lugares pero que podrían encontrar un espacio de explosión aquí y solo aquí. Hay innumerables casos de este tipo de jugadores que solo aquí pueden hacer rodar medianamente la pelota, se agrandan y se van a otros clubes como revelaciones y vuelven cedidos, regalados o hasta el retiro después de semejante hazaña.

Los entrenadores que han aceptado el cargo, todos o por lo menos la gran mayoría cuando se van, cuentan que pidieron y no les dieron, y que querían y no podían, y las mismas historias con distintas palabras. La limitación del club desde el parte financiero, es como un dejo que tiene el club para no poder establecerse como un equipo regular, un equipo competitivo con idea, estilo y dignidad.

Parece que los jugadores deben ser del mismo perfil, aquellos que no pudieron ser figuras en otros equipos, promesas que se quedaron en el apodo y juveniles que estén disponibles por temporada para realizar un vestidor que claramente le falta la cohesión que una buena estrategia y un motivador pueda brindar.

El perfil del futbolista en Puebla varía de acuerdo al entrenador, y eso está perfecto, así el entrenador opera con lo que quiere y no con lo que hay, pero el gran y común denominador de los futbolistas que llegan a caer a Puebla es que vienen de otro equipo sin mucha gloria y algo de pena. Los que llegan como refuerzos de otros países son desconocidos que, si bien les va, dan un salto de calidad en dos temporadas, se irán vendidos, no funcionarán y volverán a la “querencia”, que es como un ave maría de último minuto en sus carreras

La afición se ha metido hasta donde debe meterse, apoyando y exigiendo cuanto más pueden. La verdad es que la realidad del equipo y la de su fanaticada no es la misma.  El que está en la grada grita desde el corazón y clama con el alma que los que tienen el privilegio de ser futbolistas profesionales, por lo menos, dejen algo en la cancha que no sea la dignidad regada. La idea del seguidor es que su equipo debe ganar porque recibe el apoyo del hincha, y no es así, siendo una gran hinchada en costumbre, es a veces poca en mantenerse al lado del peor momento del equipo.  

El lema “Este Puebla no es para ti” caló hondo en todos los miles de abonados que van partido a partido, a sabiendas que no será un buen resultado, a mojarse, hacer corajes y berrinches, gritarle de todo a quien esté y que el “Fuera (inserte cualquier nombre aquí)” intente tomar fuerza.

Lamentablemente este Puebla no es para todos, tienen razón solo en eso y explicamos por qué.  

El fanático de corazón azul y blanco que lleva años y años y años siguiendo lo poco bueno, lo medianamente regular y lo mucho malo, ese sigue y seguirá y obviamente este Puebla perdedor y sin dignidad como profesionales no es para ellos. Nadie que se ponga una playera de futbol para apoyar a un equipo merece un equipo sin corazón que termina siendo indigno de su séquito.

Este Puebla es de los que quieran ser del Puebla. Sabemos todos que la dignidad, el corazón y los… bueno, las ganas de ganar, van por delante en cualquier espacio competitivo.

Lo que no se vale es ya seguir dejando ir la dignidad (la muy poca que le queda al club), para con su gente. Es tiempo del resguardo de la dignidad.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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