Marcos y Yadira: campeones contra viento y marea
Yadira y Marcos son dos jugadores producto de la cultura del esfuerzo. Ambos han vivido en carne propia las desatenciones de un país carente de una estructura deportiva de Estado, de un programa que verdaderamente respalde la carrera de sus atletas.
Lo realizado por el poblano Marcos Madrid y Yadira Silva, al ganar la medalla de oro en el dobles mixtos de los Centroamericanos, no es cosa menor.
Hay que darle su verdadera dimensión. Se lo merecen.
Yadira y Marcos son dos jugadores producto de la cultura del esfuerzo. Ambos han vivido en carne propia las desatenciones de un país carente de una estructura deportiva de Estado, de un programa que verdaderamente respalde la carrera de sus atletas.
En México, los verdaderos patrocinadores de los deportistas son sus familias (sus padres principalmente) y ellos no son la excepción.
Por si fuera poco, estos dos últimos años el desorden que se vive en la relación de la CONADE y los atletas por culpa de sus federaciones, también los tocó. ¡Y de qué manera!
Ni un respaldo, ni un campamento ni un fogueo ni una atención; por el contrario: trabas, olvido y abandono de parte de la Federación de Tenis de Mesa.
Eso provoca cancelación de becas, negativa para boletos de avión, inscripciones a torneos, equipamiento, uniformes y –ya no digamos –un equipo interdisciplinario. Todo lo pagan ellos, de su bolsa.
Marcos juega en la Liga de Francia, sitio que se ha ganado a través de los años y que le permite, no sin pasar penurias, solventar su preparación y mantenerse dentro del top mundial.
Yadira es nutrióloga. Ejerce, y combina su tiempo con familia, escuelas y entrenamientos, además de buscar sponsors que, de a poco, solventen sus necesidades de atleta.
Así, con el día a día lleno de limitaciones en su preparación, llegaron a San Salvador con la ilusión de hacer un buen papel… ¡por México!
Marcos, además, tuvo que esperar la solución del increíble descuido de su federación que, simplemente, no los inscribió al clasificatorio. A dos semanas de los Juegos, le avisaron que el Comité Olímpico logró destrabar su lugar y que sí participaba.
Ya en competencia, llegaron los dos primeros golpes al ánimo. Yadira pierde sus puntos individuales en la semifinal de equipos y Marcos queda fuera en primera ronda del individual.
Así, con apenas horas para recuperarse del espíritu y cargar por el mixto, los dos se prometieron, mutuamente, jugar ‘a morir’.
Dejaron fuera a la Cuba de Andy Pereira en cuartos y en una maravilla de semifinal, cargaron con Adriana Díaz y Brian Afanador de Puerto Rico; dos parejas que reciben absolutamente todo el apoyo de sus países.
La final fue sublime. Se levantaron de un 0-2 y un 7-10 en el tercer set ante Cuba. Empataron y ganaron la medalla de oro.
Lo que lograron no es cosa menor. Superaron todos los retos. Las lágrimas son válidas.
Son campeones, contra viento y marea.