La buena suerte de la peor versión del Tricolor

En lo personal, no creo mucho en la buena o la mala suerte. Considero que toda acción tiene una reacción y a través de esto se puede tener fortuna o lo contrario; sin embargo, lo que vive actualmente la Selección Nacional de México me pone a dudar al respecto.

Y es que no se le puede llamar de otra manera más que buena suerte lo que tiene el peor “Tricolor” que he visto en muchos años. 

Sí, me pueden recordar los tiempos de Sven Goran Eriksson, de José Manuel de la Torre, de Enrique Meza o hasta de Hugo Sánchez, pero lo cierto es que ninguna de estas selecciones jugaba tan espantosamente al futbol como la actual.

Sé que a muchos comentaristas les dan línea para hablar bien de la Selección Mexicana, pero hasta ellos se muestran mesurados en sus alabanzas a un equipo que sigue sin pies ni cabeza pese a la salida de Gerardo Martino.

Si me preguntan, creo que la decisión de imponer, perdón, de poner a Diego Cocca como entrenador fue lo que sigue de equivocada, pues el puesto sin duda era para arriesgar con un Marcelo Bielsa o de plano con un joven talento como Almada.

Pero en fin, esas decisiones, sobra decirlo, las toma el “Club de Toby” de los poderosos del futbol mexicano, que son buenísimos en marketing, pero terribles en manejo deportivo.

Volvamos al tema de la suerte. 

De entrada, debemos decir que afortunadamente para México no debe disputar eliminatorias para el Mundial 2026, que se juega en nuestro país, además de Estados Unidos y Canadá.

De lo contrario, créame, estaríamos lo que sigue de nerviosos, pues en estos momentos, esta Selección Mexicana no tiene con qué pasar “caminando” la eliminatoria. Es más, si me apura, hasta nos vamos a repechaje.

Si bien hay esperanza en jugadores como Santiago Giménez, Luis Chávez, Orbelín Pineda, Hirving Lozano y hasta en Henry Martin, no son elementos que por sí solos puedan echarse a la Selección Mexicana en los hombros.

El “Tricolor” depende en gran medida de un buen juego en conjunto, cosa que evidentemente no se vio ante Surinam, que dicho sea de paso también se contó con esa dosis de suerte en el gol de Johan Vásquez y en el autogol que puso el 0-2 definitivo.

Tiempo hay de sobra para que se mejore en lo futbolístico, pero esto se queda en un buen deseo cuando las convocatorias se mantiene a jugadores que, con todo respeto, comienzan a ser un cáncer para el “Tricolor”, léase Francisco Guillermo Ochoa.