La Franja recupera seriedad, coherencia y sentido común
Seriedad, coherencia y sentido común, eso se vio en el Puebla el pasado viernes y si me lo preguntan, le daría el voto de confianza a la dupla Carbajal-Noriega, para terminar al menos este torneo al frente de la Franja y en diciembre hablamos.
El final de una de las peores etapas del Puebla en cuanto a dirección técnica llegó ‘finalmente a su fin’. Con esto, el pasado viernes vimos un cambio casi milagroso en la manera de jugar de la Franja.
Dejemos un poco de lado que muchos jugadores recordaron cómo jugar y enfoquémonos en lo que se dio desde la banca con el interinato de Ricardo Carbajal y Luis Miguel Noriega, pues es de llamar la atención.
Lo único que se le pedía a Eduardo Arce estando al frente del Puebla era seriedad, coherencia y sentido común, algo que nunca tuvo como entrenador y que lo llevó a enemistarse con la afición, el plantel y la directiva.
Bastaron 10 minutos del duelo ante Bravos para ver un cambio sustancial en el Puebla, pues Carbajal y Noriega no inventaron lo que no se tenía que inventar, colocaron a sus jugadores en las posiciones que siempre debían estar.
Caso claro fue Diego de Buen, que dejó de estar perdido en la cancha y se concentró en comandar el medio campo poblano, logrando incluso el gol de la victoria con una jugada que él mismo comenzó.
Otros ejemplos fueron Brayan Angulo y Gustavo Ferrareis, que se enfocaron a jugar en las bandas, sin estar improvisando posiciones al centro del campo, donde evidentemente perdieron en la “era Arce”.
Qué decir de las declaraciones posterior al juego por parte de Carbajal, sin meterse en polémicas, sin repartir culpas, simplemente hablando de fútbol, que era precisamente de lo que carecía el Puebla.
Seriedad, coherencia y sentido común, eso se vio en el Puebla el pasado viernes y si me lo preguntan, le daría el voto de confianza a la dupla Carbajal-Noriega, para terminar al menos este torneo al frente de la Franja y en diciembre hablamos.