Oye, Club Puebla: ¡se vale soñar!
A partir del jueves tendremos una versión más de “David vs Goliat”, del débil vs el poderoso, del humilde Puebla contra el multimillonario Tigres; equipo que, créame estimado lector, está más nervioso que la misma Franja.
Era el ya lejano 2 de mayo de 2001, hace más de 20 años. Quien escribe esta columna se mostraba emocionado de visitar nuevamente el Estadio Cuauhtémoc en una Liguilla para apoyar al Puebla de la Franja.
Ese joven de 16 años sabía que el juego de la Franja de Aspe, Claudinho, Mascorro, Ruiz Esparza y el ahora odiado Marco Capetillo era inferior a los Tigres de Sergio Vázquez y compañía, que se habían consolidado como uno de los mejores del fútbol mexicano.
Pero desde hace veintitantos años, muchos como este columnista soñador decidieron “cr3er” en un equipo con más agallas que calidad, algo que finalmente se cumplió.
Una serie jugada con el corazón por Aspe, Ruiz Esparza y compañía, dirigidos por Mario Carrillo, puso a la Franja en la semifinal al derrotar con global de 3-5 a los ya poderosos Tigres; algo que pocos esperaban.
De la semifinal ya mejor ni hablamos, la actuación grosera de un localista Armando Archundia mató al Puebla, pero independientemente de eso, en esa serie ante Tigres creímos en la Franja, algo que debe suceder en este 2023.
Y es que a partir del jueves tendremos una versión más de “David vs Goliat”, del débil vs el poderoso, del humilde Puebla contra el multimillonario Tigres; equipo que, créame estimado lector, está más nervioso que la misma Franja.
Se vale “cr3er”. Es más, es obligación de la afición creer nuevamente en un equipo que de la mano de Ricardo Carbajal, ha recuperado una dignidad pisoteada por dos tipos que de fútbol sabían lo que este reportero de física cuántica.
Vamos a “cr3er”, los invito a todos a eso. Que se llene el Cuauhtémoc y que Tigres sienta que se enfrenta a un gigante al que le debe tener mucho, pero mucho respeto.
Un alto al abuso
En otro orden, es urgente que alguien meta orden en los alrededores del Estadio Cuauhtémoc, pues ciertos vivales están haciendo de las suyas desde antes del juego.
Y es que una serie de vividores holgazanes, no hay otra palabra, están cobrando el estacionamiento a los aficionados que llegan a comprar sus boletos para el juego de Cuartos de Final, algo que es un abuso en toda la extensión.
Ojalá y las autoridades hagan algo al respecto.
