La Leagues Cup y el pobre nivel de la Liga MX
La Leagues Cup y la actuación de la mayoría de equipos mexicanos vino a develar una verdad que no gusta, pero que se tiene que aceptar: la MLS es, desde hace tiempo, muy superior en comparación a la Liga MX.
La Leagues Cup ha dejado en claro varias cosas. Entre estas evidencias, tras poco más de una semana de llevarse a cabo en varios de los estadios que serán la sede real de la próxima Copa del Mundo de la FIFA, se halla el hecho, por supuesto irrefutable, de que los equipos estadounidenses ya no son endebles.
Ellos, en algunos casos, podrán tener deficiencias, sin embargo, son competitivos y responsables porque, a sabiendas de que su negocio depende de la satisfacción que puedan brindarle a la afición, salen a la cancha dispuestos a ganar y a gustar. Claro está que existen equipos medianos y débiles, pero son la minoría. Estos clubes que erróneamente fueron vistos con menosprecio por los equipos mexicanos resultaron mayoritariamente superiores.
Luego de jugarse durante una semana una maratónica tanda de partidos entre equipos pertenecientes a la Liga MX y la MLS, hay indicios que señalan que, mientras en lo futbolístico las distancias de nivel entre una y otra son cosas del pasado, en otros rubros la liga estadounidense supera por mucho a la mexicana.
Si hablamos de infraestructura, la MLS tiene algunos grandes estadios y otros, quizá no de amplias capacidades, pero, eso sí, todos funcionales. En esos estadios, precisamente, se prioriza la asistencia de familias; es muy común ver imágenes donde niños y jóvenes, adultos y adultos mayores, en sincronía, apoyan a sus equipos de manera pacífica.
En los estadios de la MLS no se observan a grupos de animación con pañoletas en el rostro y levantando el dedo medio a sus vecinos en las gradas; en la MLS, contrario a lo que ocurre en México, las familias pueden acudir al estadio sin el temor de ser golpeadas y ofendidas por un grupo que, lejos de ser de animación, provoca animadversión. Si llega a presentarse algún caso de violencia, por lo general, este es provocado por alguien que no es seguidor de los equipos locales.
La primera edición de la Leagues Cup ha mostrado que es un espectáculo atractivo porque, debe reconocerse, los partidos tienen un alto promedio de goles, los cuales, por supuesto, son la razón de ser del futbol. Además, lo cual es lo principal para quienes organizan este torneo trinacional, resulta un gran negocio situar sobre la cancha a los equipos de México, Estados Unidos y Canadá.
Esto es una obra maestra sobre cómo hacer rentable y atractivo un torneo; primero porque la inmensa comunidad mexicana que habita en el vecino país del norte puede ver en su nuevo lugar de residencia a los equipos que añora y con ello generar grandes recursos por concepto de entradas; en segundo lugar, porque el mercado mexicano, todavía no acostumbrado a consumir el futbol de la MLS, se ha interesado por este balompié donde, cada vez con mayor frecuencia, llegan estrellas de la talla de Lionel Messi.
Es muy posible que este certamen, paulatinamente, vaya ganando importancia con relación a la valía que presenta el torneo mexicano. Esto, a futuro, podría provocar que equipos y afición se interesen más en lo que hacen al lado de la frontera que en el territorio mexicano.
La Leagues Cup y la actuación de la mayoría de equipos mexicanos vino a develar una verdad que no gusta, pero que se tiene que aceptar: la MLS es, desde hace tiempo, muy superior en comparación a la Liga MX.