¡Vaya, por fin se ha acabado!

Esta temporada, como las varias anteriores, han sido un sinfín de derrotas y tristezas para los aficionados del Club Puebla. Hemos visto durante meses y meses un equipo sin alma y mucho menos idea futbolística para defenderse medianamente en la Liga MX.

Aprovechando vulgarmente que no hay descenso dejaron morir al equipo en vida, bueno, lo que le restaba de vida y esto solamente ocasiona una mediocridad tamaño jumbo al momento de salir a la cancha.

¿Quiénes son los responsables? Todos.

El Dueño. Salinas Pliego tiene cero interés en lo que significa el equipo en Liga MX, no hay ganas de invertirle y mientras no haya descenso ahí se va a quedar en el limbo, ahora que la multa se aproxima creo que será un buen punto de reacción para ver si lo medio acomode o de plano le pone signo de pesos para buscar mejor postor.

La Directiva. Las gestiones que han hecho para organizar y estructurar el equipo son mínimas y sin sentido. Traer a Angel Catalina que ha estado metido en equipos de segunda división B en España para estructurar contrataciones de un equipo de primera división, aún con el presupuesto bajo, no es la solución idónea. Este es el claro ejemplo de cómo se maneja el equipo, traen a alguien bueno pero que no es necesario ni útil para el entorno del equipo, y lo mismo pasa con los jugadores.

El Entrenador. Cuando el Chepo aceptó el trabajo, estoy seguro que puso algún tipo de condición para contrataciones que por lo visto en el plantel no se han llevado a cabo. El orden táctico y el liderazgo que José Manuel ha puesto en el equipo queda inconcluso por las pocas condiciones en general de la plantilla.

Los Futbolistas. Principales actores en esta tragedia que vivimos semana con semana, no hay idea táctica, el talento que los llevó a primera división parece que hasta lo más básico desapareció. La “beca” que muchos tienen con sus contratos, muy jugosos la mayoría, se ve mal desquitada. Ni las partes básicas de “paro, toco y me muevo” se realizan a veces, y eso es muy preocupante.

Todas estas situaciones conjuntas en el club dan como resultado un grupo de personas que están fracasando constante y continuamente en lo que deberían ser mínimamente eficientes.

Lo decía Bielsa: “El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes”, pero es un exceso lo formativo que el Puebla está queriendo ser. 

Con tanto fracaso estamos a punto de ser perfectos en la formación, situación que no es real porque no se aprende ni se mejora con todo lo que ya pasó semana con semana.

La perfección idílica a lo Bielsa que el club pareciera querer conseguir con su manual de “todo lo que no se debe hacer en un equipo de fútbol profesional” debería ya hacer presencia en la vida diaria.

La solución no es simple. Nada simple. Pero la misma estructura debería dar el mapa a seguir. 

Sabiendo que el dueño no está interesado en seguir el proceso de inversión, solamente se necesita saber el presupuesto con el que cuenta el equipo para hacer los fichajes pertinentes.

Muy al estilo de “El juego de la fortuna” o de lo que nos enseñan los documentales sobre el Wrexham y Sunderland, el monitoreo y visoria de fichajes deben ser inteligentes rayando en la perfección para que esos pocos pesos que hay para repartir entre 4 o 5 futbolistas.

El Chepo debe continuar pero con herramientas útiles, no sirve de nada tener a los futbolistas que hoy están en plantilla y obviamente no se puede limpiar toda y contratar a 23 jugadores de un solo jalón.

Hay que analizar detenidamente la estrategia que mantiene 1-5-3-2 y sobre eso verificar los perfiles para cada posición, si bien no será un equipo campeón, si puede ser un equipo que de forma ordenada le compita a los lugares 6 al 8 de manera estricta o que pueda estar en el Play in de manera sistemática, y algún día darnos el susto de poder subir aún más que el sexto puesto.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.