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Puebla y su toma de decisiones

Este equipo Puebla muestra carácter mientras tiene el balón, la posesión se ha vuelto un arma muy fuerte del equipo de Carbajal; sin embargo se vuelve ineficiente cuando de definir se trata.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 8 FEB 2024 - 0:54

Puebla y su toma de decisiones
Arte: GRADA

Si comenzábamos el torneo suponiendo una dificultad permanente en el calendario de visita, ahora con los últimos resultados se ha tornado un reto hasta de local. La toma de decisiones de los jugadores y el mismo director técnico están generando tumbos a diestra y siniestra en el club Puebla. Ya ni hablemos de lo que la directiva aporta o resta día a día. 

El momento de duda en el club ahora interfiere hasta en los que medianamente tenían un accionar regular. Ejemplo claro son los partidos disputados hasta ahora por Diego de Buen, si bien no era de los que rompen la liga, su papel era consistente en el cuadro camotero, salía bien y sencillo desde atrás, jugaba como pivote central dando equilibrio a la línea de 4 y era una opción de remate en jugadas a balón parado.

En el último encuentro además de perder balones que terminaran en gol, como en partidos anteriores, anotó un autogol que no se entiende ni se explica la forma. Silva venía recorriendo de frente y un grito a tiempo hubiera evitado el puntín con el que De Buen puso nervio en un semivacío Estadio Cuauhtémoc. Acción inmediata salió hacia el ataque buscando sopesar su fallo, situación que tampoco es necesaria, para anotar, están los jugadores que atacan, su función era mantener el equilibrio atrás y dar una buena salida con balón.

Este equipo Puebla muestra carácter mientras tiene el balón, la posesión se ha vuelto un arma muy fuerte del equipo de Carbajal; sin embargo se vuelve ineficiente cuando de definir se trata. La pareja de atacantes del último partido entre Cavallini y Carabajal permitió ver a una extinta posición como la del “10” brillar y un “9” potente que buscaba las acciones de gol, al final, la toma de decisiones finales del “Búfalo” canadiense evitaron que pudieran dar calma en el marcador.

La constante figura del arquero y recalco: “figura” se convierte en un punto neutro del equipo, está más preocupado por verse bien en pantallas o en el reclamo que por ser eficiente en sus acciones, y este es un mal del futbolista moderno.  

Se han adecuado a ser imágenes y no futbolistas, les pesa más llegar con la facha adecuada, verse en el campo con las calcetas cortadas al tobillo, usar los últimos zapatos de moda, vaya… hasta el peinado influye grandemente y se olvidan que sus herramientas con los pies y el talento que los ha llevado hasta donde están, éste último con muchas dudas.  

Puntualmente se hace mucho hincapié en la función explícita y detallada de los futbolistas de un equipo catalogado de media tabla o menor, ya que la eficiencia de estas acciones permitirá que el grupo tenga éxito, al tener pocos solistas que puedan definir los juegos o que las figuras sean menores al trabajo de equipo, la fuerza del grupo y su accionar conjunto se hace la clave de las victorias posibles a conseguir.

La idea de Carbajal, de tener el balón, jugar con la posesión se ve limitada un tanto por la toma de decisiones finales que hay para definir jugadas, ya sea a favor o en contra.  Si los defensas como Olmedo y Silva son limitados técnicamente, su función debe ser sacar el balón con fuerza, no intentar salir jugando cuando van solos, esto permite una posibilidad de error muy alta; Angulo tiene gran recorrido, buena técnica, pero siempre pasando el tercer jugador pierde el balón, esto debe indicar que quien juegue de contención debe leer el juego de su compañero para ir acompañando su recorrido y en algún momento cubrir la espalda o buscar recuperar el balón si es que Brayan lo pierde como ha sucedido; Aguilar se la vive correteando a todos y teniendo poco el balón, si esta es su función primordial, deben poner junto a él un par de pivotes con mucho juego de pies para que su recuperación se vuelva efectiva; adelante Cavallini necesita un delantero que le apoye y entienda en los distintos movimientos.

Las actuaciones de Navarro son clave para un equipo como Puebla, se ha convertido en el metrónomo que permitirá que los demás puedan brillar. Las constantes carreras de Kevin Velasco deben forzosamente ir acompañadas de un movimiento ordenado de los delanteros para generar peligro de gol. La banca ofrece opciones muy limitadas al equipo y eso forzará al entrenador y su cuerpo técnico a limitar sus movimientos.

Este texto no busca descubrir el hilo negro, pero sí un recordatorio de lo básico que puede llegar a ser el fútbol.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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