Carbajal y Puebla: ¿se terminó el idilio?
Eduardo Arce fue despedido. Y, como también era de esperarse, el desempeño del equipo, pese a sus limitantes, mejoró de manera casi inmediata. En aquel entonces esa mejoría llegó con el interinato de Ricardo Carbajal.
Varios meses atrás Eduardo Arce fue separado de la dirección técnica de la Franja. La relación entre el entrenador y sus jugadores no daba para más porque, además de la cuestionable manera de conducir al equipo en la cancha, el trato nunca fue el mejor del timonel hacia los futbolistas.
El desgaste fue de tal magnitud que el ya pobre desempeño del equipo se fue deteriorando, lo cual llegó a significar tres puntos seguros para cada oncena que tuvo la suerte de enfrentar a ese Puebla.
Como era de esperarse, Eduardo Arce fue despedido. Y, como también era de esperarse, el desempeño del equipo, pese a sus limitantes, mejoró de manera casi inmediata. En aquel entonces esa mejoría llegó con el interinato de Ricardo Carbajal.
Puebla no podía estar peor que con Arce y eso, eso probablemente magnificó la labor del técnico que, tras un breve periodo como interino, terminó por quedarse como el timonel titular del primer equipo.
Con Carbajal, los Camoteros empezaron a sumar unidades importantes. El debut en el banquillo le redituó a Ricardo y a su plantel en un triunfo ante Bravos de Juárez. Después llegarían victorias ante Tijuana, Atlas, Necaxa, Toluca, León y Cruz Azul, lo que en suma con algunos empates puso a Puebla en una inesperada Liguilla, misma en la que cayó frente Tigres.
Con lo hecho el torneo anterior por ese equipo que inicialmente pintaba para ser el último de la tabla general, muy probablemente quienes toman las decisiones en el club pensaron que otra vez la suerte les había tocado a la puerta. Y es que posiblemente se formaron la idea de que con una mínima inversión y un acto fortuito habían encontrado a un técnico que llevaría al equipo frecuentemente a Liguilla.
Sin embargo, este torneo las cosas han salido diferentes a lo que se esperaba. Puebla no concatena triunfos como lo hizo la temporada anterior y no presenta la versión con la que su afición llegó a tejer la ilusión de tener un club ganador.
Pero el análisis de lo que está ocurriendo no debe hacerse a la ligera, sino con minucia. Debe decirse que la expectativa que se tenía de la Franja no era para liderar la tabla o para ubicarse en los primeros cuatro lugares de la siembra general, sino para competir los sitios de media tabla hacia un poco más arriba, lo cual le generaría pelear por avanzar a la siguiente fase del torneo. Eso es lo que se esperaba y quizá un poco más, no obstante, al momento de escribir esto dicha situación no está ocurriendo.
Lo que son las cosas. En agosto de 2023, tras una sequía de victorias, con apenas setenta y dos horas de trabajo con el equipo, Ricardo Carbajal llevó a la Franja a triunfar ante Bravos de Juárez. En aquel momento, el técnico mencionó: “Era sólo motivarlos y decirles que estaban trabajando bien; ellos lo entendieron y sacaron el partido”.
Hoy, siete meses después, ante Bravos pudo presentarse el último partido de Carbajal al frente de Puebla, pero la reprogramación del juego le dio una semana más para tratar de sacar adelante su proyecto.
¿Tiene culpa del paso que lleva el equipo? Claro, en parte. Sin embargo, el técnico no puede hacer mucho cuando le quitaron a Guillermo Martínez, el que fuera su mejor hombre y quien con sus goles le dio puntos, triunfos y liguilla.