Un remedo de equipo profesional llamado “Club Puebla”
El peor Puebla de los torneos cortos, a un mes y medio de celebrar 80 años de historia. ¿Qué se hace en estos casos? ¿Se festeja? ¿Se le pide disculpas a la afición? ¿Se trabaja en promocionar el nuevo Franjabono? ¿Se hace como que no pasó nada?
El 5 de marzo de 2022, hace dos años y un mes aproximadamente, el Puebla de la Franja, que en ese entonces era el superlíder del torneo, visitó al Cruz Azul en una de las noches más memorables que ofreció el equipo dirigido por Nicolás Larcamón: actuación redonda por parte de Fernando Aristeguieta con 3 goles y la invasión de la afición poblana al Estadio Azteca.
Vaya ironía, a dos años de distancia, el pasado viernes 12 de abril, estos dos equipos se volvieron a enfrentar en el Estadio Cuauhtémoc, con un Puebla en el fondo de la tabla, con apenas 5 puntos de 45 posibles y ahora, la afición de Cruz Azul haciendo la gran entrada.
Andrés Carevic trata de encontrar una alineación que le permita competir y parece que con Cruz Azul la pudo tener, estuvo a minutos de rescatar un punto que bajo las circunstancias actuales y el rival que tenía enfrente, era un muy buen resultado; lamentablemente, no fue así: un penalti marcado sobre la hora –por cierto, a Tigres y América en esta jornada no les marcan penales de características similares –que Uriel Antuna convirtió para la algarabía de la afición celeste.
12 derrotas en 15 partidos. Triste, decepcionante, lamentable, penoso y hasta ridículo. Así se califica este torneo para el Puebla, mismo que está cerca de ser el peor torneo corto de su historia.
Le he preguntado a mi amigo Héctor Padilla, historiador del equipo de la Franja, sobre el peor torneo corto para el Puebla y me confirma que es el del Invierno de 1998, con 9 puntos y 41 goles en contra y puede estar entre los peores en la historia de los torneos cortos compartiendo con el Veracruz de del Clausura 2019 y los Indios de Ciudad Juárez del Apertura 2019.
El peor Puebla de los torneos cortos, a un mes y medio de celebrar 80 años de historia. ¿Qué se hace en estos casos? ¿Se festeja? ¿Se le pide disculpas a la afición? ¿Se trabaja en promocionar el nuevo Franjabono? ¿Se hace como que no pasó nada?
Esta directiva nefasta lo ha logrado: ha convertido a un equipo que ilusionaba y emocionaba, en un impresentable, en un remedo de equipo profesional; vendieron jugadores indiscriminadamente y tenga la seguridad que lo seguirán haciendo. No existe un mínimo decoro por revertir la situación.
La experiencia de ir a un partido del Puebla se ha vuelto un calvario; desde la entrada se nota un descontrol en la organización y logística, la seguridad está por los suelos, en cada partido hay conatos y pleitos con aficionados rivales. No hay ya un atractivo para disfrutar en el Estadio Cuauhtémoc, apoyar al Puebla se ha vuelto una actividad de alto riesgo. En redes sociales muchos se cuestionan si tiene sentido renovar o adquirir un abono, no se le ve sentido, no hay ningún tipo de inversión al equipo, ni dentro, ni fuera de la cancha. Lamentablemente todo está mal, muy mal.
Soy aficionado desde hace 40 años, mi padre me inculcó el amor y la pasión al futbol y al Puebla. Es muy doloroso escribir cuando tu equipo naufraga en medio de la mediocridad y la incertidumbre.
Don Emilio Maurer comentó hace algunas semanas que mucha gente se lo pide, pero no le es posible rescatar al Puebla ya que no tiene los recursos para mantenerlo, que se necesita de empresarios fuertes y solventes que puedan sortear con el equipo.
Aquí mi pregunta es: ¿qué no Ricardo Salinas es un empresario fuerte? ¿Qué no tiene los recursos para invertir en un proyecto serio y rentable? La respuesta es “sí”, pero no es su interés invertir más allá de lo que los números le representen en cuentas favorables; su visión está en las ganancias y los negocios y eso lo obtiene con la venta de jugadores. El proyecto deportivo no existe, lo hemos comentado, el Puebla está en un segundo plano.
Que no se nos olvide nunca que este grupo de “directivos” han llevado al Puebla al borde del peor torneo corto de su historia a punto de celebrar 80 años; que tuvieron la osadía de retar a la afición y que hay quien tiene el cinismo de decir que estemos tranquilos por el gran trabajo que se está haciendo en este proyecto.
Con el gusto de saludarles, nos leemos la próxima semana.