Miguel Herrera: más cerca de dirigir al Puebla

La vida es de altas y bajas muy pronunciadas. Este camino, que se cuenta en días, meses y años, jamás es una meseta sino numerosas colinas y no pocos valles. Pero de eso uno no tiene certeza, sino hasta que ya se tienen algunas decenas de años. Buena parte de asumirse como una persona madura consiste en aceptar que no siempre se puede estar arriba, por más bueno o capaz que uno sea.

Esta noche, cuando en la perrera más grande del mundo se juegue la penúltima jornada del torneo mexicano, Miguel Herrera, lo que es muy probable, dirigirá por última vez a los Xolos.

El Piojo no tuvo una estadía exitosa en su segunda época como entrenador de Tijuana y eso le va a costar ser finiquitado con una suma que, aunque jugosa, no maquillará lo que él, lo diga o se lo reserve, sabe que es un fracaso. Y, cabe aclarar, de fracasar nadie está exento, pero la gravedad de esa derrota no se halla en sí misma, sino en la incapacidad de aceptarla y aprender de ella.

Miguel Herrera lleva ya algún tiempo en un declive; el entrenador de rubio cabello lleva unos cuantos años topándose con el fracaso, uno que por bastante tiempo mantuvo alejado de su exitosa carrera. Seguramente no es fácil para él saber que los años de victorias, de títulos, de reflectores y pantalla quedaron en el pasado porque ahora son otros los que gozan de dicha fortuna.

¿Qué hizo mal? Solamente él y su gente cercana lo saben, sin embargo, es factible que su escaso nivel de autocrítica, su vehemencia para culpar de los descalabros a árbitros, equipo contrario y hasta a sus jugadores hayan sido factores que debilitaron sus vestidores y la confianza en aquellos que fueron futbolistas a su cargo.

Quizá, solamente quizá, el carácter de Herrera tampoco le ayudó para mantenerse como ese histórico técnico americanista que ganó ligas y que llegó hasta selección, haciendo un papel muy digno en la Copa del Mundo de Brasil 2014.

Algo anticiparon del declive de Herrera los directivos del América, pues a pesar de que les dio bastantes buenos años, un día decidieron despedirlo, tal y como poco tiempo después lo hizo Tigres y como próximamente lo hará Tijuana.

No siempre se puede ser exitoso. Incluso, si uno analiza con minucia su actuar, descubrirá que en la vida hay más derrotas que victorias, pero lo principal no es el resultado, sino el aprendizaje que una u otra otorgan al ganador o perdedor.

Miguel Herrera es uno de los técnicos de los que se hablará mucho tiempo después de que se haya retirado. Nadie podrá ocultar que el Piojo triunfó con América y que vivió buenos momentos con el Tri, sin embargo, hoy que pasa por un episodio amargo, la carrera de Herrera parece estar lejos de tener una escala en equipos top de México y, por el contrario, se halla cerca de tener lapsos en conjuntos de perfil bajo como Querétaro, San Luis o Puebla.