Los Protagonistas, nostalgia juvenil y el recuerdo de André Marín
Esta columna la escribo como una manera de recordar a André Marín, alguien que es una referencia para mí por el rigor con el que trabajó la fuente de Selección Mexicana.
Si usted, apreciable lector, nació en cualquier año de la década de los ochenta y desde su adolescencia fue seguidor del acontecer deportivo de nuestro país, seguramente sus tardes fueron muy parecidas a las mías: sentado en un sillón de la sala, en una silla del comedor o bien, desde la comodidad de una cama individual, frente al televisor, con atención, fuimos espectadores de un programa de debate como no hubo antes ni habrá otra vez. Me refiero al extinto programa Los Protagonistas de la tarde.
En mi caso, el idilio con esta emisión se presentó en preparatoria. Ya en secundaria acostumbraba a escuchar la versión radiofónica del programa —¡jamás habría imaginado que varios años después yo haría radio por mucho tiempo en el mismo horario!— sin embargo, el formato televisivo atrapó mi atención —lo que no es poca cosa si se toma en cuenta la escasa atención que, en aquella época, ponía a casi cualquier tema—.
Tras salir de mis clases y agotarme luego de una hora de entrenamiento con el equipo escolar de basquetbol al que pertenecía, caminaba durante unos quince o veinte minutos rumbo a casa. Una vez que ingresaba, dejaba mi mochila en cualquier lugar y me disponía a comer mientras —una tarde, a la otra y a la que siguió a ésta— miraba Los Protagonistas de la tarde.
En esa emisión, en la que a mi juicio había puro figurón, destacaba José Ramón Fernández. El periodista poblano marcaba los tiempos y los temas por donde pasaba la discusión. Él, la mayoría de las veces duro, otras sarcástico y unas más demoledor, encendía la mesa con debates que pocas veces llegaron a un punto definitivo, pero que propiciaron en mí y en mi generación un entretenimiento no pasivo sino reflexivo.
Y ahí, como uno de los hombres de más experiencia, estaba también Rafa Puente. Él, como pocos, debatía con José Ramón y no se achicaba; ¡qué bien le hacía a la emisión el tener alguien que diera un contrapeso a la opinión del titular!
En otros deportes, con mayor o menor importancia según sea el caso, estaban personajes como Marco Tolama, Pepe Espinosa, Leonardo Lavalle y José Antonio Hernández, “el Torero”.
En la mesa, como algunos de los integrantes más jóvenes, se hallaban elementos como Antonio Rosique, David Faitelson, Christian Martinoli y, por supuesto, André Marín, quien, como usted ya sabrá, esta semana falleció luego de padecer una severa enfermedad.
Esta columna la escribo como una manera de recordar a André Marín, alguien que, a diferencia de varios que laboraron en ese programa, no conocí personalmente, pero que, por supuesto, es una referencia para mí por el rigor con el que trabajó la fuente de Selección Mexicana.
Su faceta como reportero fue mi preferida, puesto que, en una época ajena a la inmediatez de las redes sociales y el internet, él, con un oficio bien aprendido y ejecutado, lograba sacar la nota diaria.