¿Por qué dejan el fútbol profesional clubes tradicionales?
El futbol en sí no es un deporte caro, en realidad solo se necesitarían cuatro postes y un ente esférico para jugar, pero este mismo ha evolucionado tanto que hoy hablamos de un deporte, que en su versión profesional necesita de equipamientos altamente avanzados y condiciones de infraestructura muy sólidas para llevarse a cabo.
Por Roberto Cid Torres / @titocid3:
La forma que tiene el futbol actual de financiarse obliga a los clubes a ser muy meticulosos en cuanto al aprovechamiento de sus recursos, ya que depende la competición son muy variables y si no son bien manejados hay fuertes riesgos de deuda.
Cuando se habla de que el futbol es una industria, entendemos que es porque hay una serie de condiciones que se han dado o provocado en este deporte que permiten que sea altamente lucrativo para sus directivos y operativos (jugadores, entrenadores), pues el fuerte interés social y cultural que tiene atrae el consumo de millones de personas alrededor del mundo y sin duda, esto representa una oportunidad de oro para las marcas en general.
El futbol en sí no es un deporte caro, en realidad solo se necesitarían cuatro postes y un ente esférico para jugar, pero este mismo ha evolucionado tanto que hoy hablamos de un deporte, que en su versión profesional necesita de equipamientos altamente avanzados y condiciones de infraestructura muy sólidas para llevarse a cabo.
Asimismo, este conjunto de necesidades, aunada a la fuerte atracción por el público derivan en que industrias como la televisión o de equipamiento deportivo financien de forma efectiva y necesaria todo gasto que requiera el deporte para iniciar una competición.
Dicho lo anterior, se puede entender que entre más va subiendo el interés por el público, resulta más atractivo para las empresas invertir en publicidad y en el financiamiento del deporte a cambio de esta. Lo anterior, sumado a la internacionalización de ese interés, hace que las competencias más populares generen mucho más dinero en este rubro que las competencias más locales.
Dadas estas condiciones, los clubes tienen el deber de administrarse de manera correcta para lograr permanecer en un status o categoría deportiva (competición europea, Primera o Segunda División) que les permita seguir financiándose de forma rentable para todos sus involucrados.
La problemática se genera en cuanto los resultados deportivos no dan acceso al club a ciertas competiciones o ligas por medio de las cuales mantiene el status antes citado. Las inversiones tan altas para montar un equipo capaz de competir en competiciones de élite se convierten en casi pérdidas al no obtener los resultados necesarios para clasificarse o mantenerse en ellas. Es por eso que para poder armar un equipo y un club rentable para una categoría más abajo es necesario endeudarse.
Si un club se endeuda y los resultados deportivos siguen sin acompañar los esfuerzos directivos, clubes internacionales y tradicionales como el Schalke 04 de Alemania, el Deportivo La Coruña o el Málaga en España o el Veracruz en México pueden caer en un limbo deportivo por dos o tres temporadas malas, pues esto no les permitirá generar un ingreso equivalente a su deuda.
Un ejemplo muy claro y muy tangible de hoy en día es el Sevilla F.C., ya que a pesar de ser el club más laureado de Andalucía, siendo 7 veces campeón de la UEFA (Europa League), la mala administración de sus recursos por parte de sus directivos y el poco tino a nivel de planeación deportiva de las últimas temporadas tuvieron a este club peleando el descenso con riesgo de tener un déficit económico bastante fuerte con respecto a la temporada anterior, ya que en la misma recibió fuertes dividendos por ser campeón de la UEFA, calificarse a la Champions League y a la UEFA SuperCup. La catástrofe sería del tamaño de la deuda que puede contraer un club con el cuarto presupuesto de España si la siguiente temporada no ingresa los derechos de televisión y patrocinios de tres competiciones de alto interés internacional en la cuales sí participó la temporada pasada.
Mismo caso con el Schalke 04 en Alemania, club que pasó de competir en Champions League a que por malas decisiones deportivas dejara de clasificarse y con tal de mantener el status se endeudó tanto, que se le empezó a dificultar mantener a sus operativos, esta situación estaría penada por la normativa de su liga (Bundesliga alemana) y este tradicional club alemán desaparecía si desciende ya que la configuración económica de la situación le impediría cumplir con el reglamento de afiliación.
Considero que los clubes deberían contratar o invertir en gente especialista en la industria, tanto para temas administrativos como para deportivos. Actualmente profesionales del mundo del deporte han incurrido en la formación académica y técnica de entrenadores, abogados, nutricionistas, etcétera, para mejorar el futbol. Creo que este tipo de acciones pueden salvar la tradición deportiva y este tipo de clubes no caerían en lo que están cayendo.