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La música y el futbol

La correlación de la música en el fútbol es esencial, permite que los momentos se hagan experiencias de vida, y esto es por la armonía y emoción que nos permiten agrupar en ese recuerdo.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 25 OCT 2024 - 1:19

La música y el futbol
Arte: GRADA

La vida sin música sería un error, lo declaró Nietzsche y sin duda todos deberíamos tener una playera con esa leyenda. No solo la vida es un error sin música, sino el fútbol mismo.

¿Han escuchado una grada cantar? ¿Han escuchado el grito de gol en un estadio lleno? ¿Han escuchado el himno de la Champions League con los jugadores formados? ¿Han escuchado You’ll never walk alone en un partido de Liverpool? ¿Han escuchado alguna hinchada inglesa entonando sus canciones de barrio en un partido? ¿Han escuchado alguna vez a los de Boca o River durante cualquier partido? ¿Han escuchado los himnos nacionales en los Mundiales?

La correlación de la música en el fútbol es esencial, permite que los momentos se hagan experiencias de vida, y esto es por la armonía y emoción que nos permiten agrupar en ese recuerdo.

Hay estudios que demuestran que una canción puede generar un estado de alegría en el futbolista, más allá de los temas que todos tenemos en la cabeza, las canciones emocionales y adecuadas para la práctica del deporte siempre tienen una influencia grata en el momento de entrenamiento y mejor aún del partido.

Puedo platicarles que durante los tiempos de Secundaria, el profe Benjamín nos puso en sesiones de entrenamiento algunas canciones, entre las cuales siempre resuenan en mi mente dos y me generan una sonrisa cada que las vuelvo a escuchar. 

Uno entre mil, de Mijares. Si, lo sé, ¿Qué tiene que ver con el futbol?

La letra, habla de lograr un triunfo no importa que. Que debes derrotar adversidades para llegar al triunfo deseado, si bien la tonada y el cantante no era la elección ideal para cualquiera, esta canción nos hizo pensar más allá de fronteras, nos hizo entender el mensaje y aunarla para hacernos imbatibles (y lo fuimos); otra canción era Amigos para Siempre, ante la adversidad de juegos complicados y la joven edad con la que contábamos, siempre había frustración además de la difícil edad que cruzábamos y esto significaba que teníamos que permanecer unidos, otro ritual cercano era el de la selección brasileña de entrar tomados de las manos; como todos en su momento éramos reacios a ciertos cambios o innovaciones, sin embargo hoy los mas grandes entrenadores los usan como base de sus sesiones.

No podemos olvidar lo que Live Is Life de Opus genera en cualquier aficionado al futbol, el sonido de los tambores, las guitarras a un ritmo hipnotizante, las palmas, el na na na na na inicial y si todavía le añadimos un detalle más, un petiso respondón, decía Galeano, en un buzo del Napoli haciendo malabares con la redonda, tenemos una maravilla de relación entre fútbol y música.

El ambiente de Anfield cuando entra su equipo y todos, absolutamente todos cantan You’ll never walk alone, en sus mejores años aunque poco fructíferos con Steven Gerrard al frente de todos y ver una marea roja en la grada moviéndose parsimoniosamente con todos hechos una sola voz, otra experiencia mágica.

¿Quieren más magia?

Lean esto e imaginen, logo de balón con estrellas en el centro agitándose, dos equipos europeos elegantemente indumentados, estadio con gradas vestidas para la ocasión y comienza a sonar violines, y voces en coro entonando mientras grada y futbolistas observan respetuosamente. Eso es música, arte puro en la Champions League.

Último caso de gran intensidad, en los Mundiales deben sonar los himnos siempre, pero hay selecciones que particularmente entonan sus respectivas canciones con una emoción inigualable, y esto es el sentimiento de donde están y la pertenencia y amor a su país. Italianos, brasileños, ingleses, argentinos, países de sangre caliente que sienten hasta la médula cada letra de su himno y cada nota de su melodía, que entonan casi a grito pelado sus canciones y los vemos, los entendemos, la piel chinita se pone en cada espectador con estas expresiones de pasión y magia pura.

La música siempre debe estar conectada al futbol, siempre. Es un extra que siempre las hinchadas deben agregar a sus equipos, canciones que desde la grada bajan con ese aliento de miles para en algunas veces ayudar a los de abajo cuando dudan, cuando sufren, esa música que sale del corazón de los aficionados para motivar a los de pantalón corto a buscar ese último esfuerzo para lograr el triunfo.

La música que siempre nos mueve y nos pone de mejor estado de ánimo, está y estará presente en el fútbol para beneplácito de todos.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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