Más allá del “Chepo”
El panorama para De la Torre se ve nublado, con muchísimo por trabajar y muy poco material para lograr el resultado. Aún así se confía que el orden que tiene en sus equipos saque a los enfranjados del hoyo y que también le permita al mismo entrenador revalorizarse.
Tomar las riendas del Club Puebla podría parecer nada apetecible para cualquier entrenador que quiera llevar una vida tranquila. Sin embargo, es una oportunidad maravillosa para quienes tienen una carrera mediana de demostrar que son grandes entrenadores.
Si bien “Chepo” tiene un tres títulos en su haber, también cuenta con varios despidos por bajo rendimiento en sus equipos, sumando también a la Selección Nacional. El Mundial de 2014 estuvo en riesgo por los resultados que el equipo del “Chepo” ofreció.
Con más dudas que certezas se acepta la idea de un entrenador con carácter y orden táctico, y la duda no va con el mismo, sino con la plantilla que va a dirigir. Se ve sumamente difícil que si no hay una base de refuerzos de su confianza pueda obtener resultados positivos.
Queda claro que además de la oportunidad de dirigir nuevamente en Primera División, debe haber algunos ceros que motivaron el convencimiento de tomar un club como el poblano que no es apetecible para muchos en este momento.
Desde la capital poblana apelan al romanticismo banal de la vuelta a casa de un jugador que pasó 3 años de sus 17 de carrera en Puebla. Queda claro que no es de casa, salió campeón aquí pero ni se hizo, ni salió ni se retiró aquí. Simplemente es mercadotecnia el concepto de “a casa”. Aclarado el punto y con un torneo que enfrentar, se debe poner en marcha la plantilla y su limpieza, en el plano ideal total, para obtener un equipo que siga instrucciones.
El equipo debe reforzarse en todas la líneas con, por lo menos, un referente con talento que mueva al equipo, la llamada columna vertebral debe ser de jugadores con mucho oficio e idea futbolística. Si creemos que “Chepo” solo va a lograr un cambio en el equipo, vayan sacando los pañuelos y algunos palos y piedras que este torneo va a ser tanto o más doloroso que el anterior.
Así el camino del “Chepo” está lleno de dudas, ojalá que tenga muy clara la estrategia total que debe aplicar en un equipo muy lastimado por todos lados.
Como lo comentamos antes, debe no solo hacer que el equipo juegue bien con la poca o mucha plantilla que al final tenga, debe también hacer que la gente se sienta cercana al club, ya la directiva fantasmal ha hecho hasta lo impensado para ahuyentar a los fanáticos. “Poco el amor y se desperdicia en celos”, dice el dicho.
El cambio integral de primer equipo corre a manos de José Manuel. Sin embargo, si este no viene acompañado de un cambio estructural por metas medianas e inmediatas por parte del club, poco éxito se va a poder tener. Volveremos a emocionarnos como con Juan Reynoso y luego al atolladero; o como con Nicolás Larcamón que pensaban que Puebla ya era un grande de la liga y la realidad los golpeó sin piedad, vapuleados en cuartos de final y luego sin encontrar el rumbo en el último torneo de “Nico”.
El panorama para De la Torre se ve nublado, con muchísimo por trabajar y muy poco material para lograr el resultado. Aún así se confía que el orden que tiene en sus equipos saque a los enfranjados del hoyo y que también le permita al mismo entrenador revalorizarse.
Esta directiva fantasmal, y lo menciono así porque no tenemos aparecen nunca para dar la cara, necesita ponerse al servicio del entrenador y de alguna manera rogar por un presupuesto que apoye el proyecto que se tenga para el siguiente torneo. Recordemos que el descenso está a la vuelta de la esquina y sumar entre 18 y 20 puntos, mínimo, es menester para ‘mantener la categoría’ sin sobresaltos.
Este momento de inflexión para el equipo debe entenderse desde todos los puntos de vista, los jugadores deben espabilar ya y mostrar el porqué cobran lo que cobran. La mayoría de la plantilla si no es aquí, no jugarán con nadie. Es algo que deberían entender y agradecer, y por lo mismo dejar el alma en cada pelota disputada.
El futbol y el mismo club ha sido muy paciente con el 80% de la plantilla. Siendo honestos, muchos de estos no deberían estar ya en futbol profesional, pero sabemos que el balompié mexicano es dadivoso con algunos y les permite vivir de esto a pesar de las derrotas y fallos juego tras juego.
Esperemos que el “Chepo” pueda trabajar a gusto y que tenga material humano para obtener resultados positivos.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.