¿Y si llegara “Rafa”?
Sabemos lo que ha significado Rafael Márquez para el fútbol nacional, representando al Tricolor y en su carrera como jugador. Sabemos también el respeto que infunde. ¿Y si ponemos esta fortaleza al servicio del equipo?
Aquí viene una idea tal vez loca, pero necesaria: ¿y si “Rafa” Márquez fuera el director técnico de la Selección Nacional? Razones parece haber muchas y pocas.
Sabemos que la Federación no permite que se haga lo que se necesita, sino lo que ellos quieren; pero qué tal que en ese escenario el “Kaiser de Michoacán” sea la pieza angular del proyecto rumbo al Mundial de 2026.
Siempre en México se busca que los referentes lideren los proyectos dentro de la cancha. Esta selección tiene en Edson Álvarez y Guillermo Ochoa sus líderes internos, pero desde el banquillo no se transmite ningún peso específico en la mente del jugador.
Me atrevo a decir que, a pesar de muchas opiniones en contra, Gerardo Martino fue el último que ofrecía esa sapiencia y respeto desde la línea lateral.
Sabemos lo que ha significado Rafael Márquez para el fútbol nacional, representando al Tricolor y en su carrera como jugador. Sabemos también el respeto que infunde. ¿Y si ponemos esta fortaleza al servicio del equipo?
Un tipo capacitado en Europa, con la trayectoria que tuvo, los entrenadores con los que convivió y aprendió, y la idea clara de lo que se debe hacer hacia dentro del equipo, suena como la mejor opción actual.
Nunca la selección tendrá un momento bueno para hacer cambio de timonel. Si lo hacen en tiempos de crisis se esperan cambios automáticos; si el equipo anda bien se busca mantener la línea triunfadora. Hoy, parece ser el momento perfecto para que Márquez se haga cargo de la selección.
Si bien la Copa América ya está aquí, el accionar y la expectativa es de 4 partidos, si bien nos va. En un juicio previo, Jamaica, Venezuela y Ecuador parecen un grupo bastante asequible si se juega de manera ordenada. Sin embargo, sabemos que lo que nos hace falta hace varios años es orden en la parte futbolística. Tuvimos orden táctico, pero no fue acompañado con talento deportivo.
Pasando esta fase tocaría enfrentar al ganador o segundo del grupo donde están Chile, Argentina, Perú y Canadá. De este grupo pareciera que Argentina quedará líder y entre Canadá y Chile saldría el rival de México, situación que en otro tiempo sería difícil pero no imposible. Pero hoy, analizando nuestro presente, se ve muy complicado.
Este momento de inflexión total para el Tricolor, de cara a su participación mundialista, es clave para cambiar ya el rumbo.
La experiencia de “Rafa” trabajando con jóvenes en Barcelona y sobre todo el manejo de grupo que debe tener por la experiencia futbolística en ese mismo club, ya que fue referente de la plantilla ganadora del club culé.
En la selección sobran los egos hoy día y hace falta un tipo con los pies bien puestos en la tierra que les exija cumplir en la cancha lo que tanto se jactan estos jugadores de moda.
La simple idea de tener a Rafael Márquez no va desde el punto de partir su crecimiento como entrenador del Barcelona B. En el primer equipo tomaron la decisión de que llegara Hansi Flick, esto detuvo el muy probable ascenso inmediato de “Rafa” al primer equipo. Podría sencillamente tomar la selección mexicana con miras, por lo menos, a los dos siguientes Mundiales, si no es que termina siendo ese entrenador longevo que tanta falta nos hace en el equipo nacional.
Los objetivos para él son conocidos: en la Copa América debe competir y buscar un lugar en las finales; en la Copa Oro sólo vale salir campeón jugando bien; en las eliminatorias, ser de nuevo el “grande” de Concacaf y que los juegos de locales sean garantía (salvo Canadá y Estados Unidos, los demás rivales deben ser triunfos obligados).
El panorama por la zona se muestra sencillo si hay orden y una estrategia con futbolistas que la complementen, pero llevamos muchas convocatorias muy baratas, donde el futbolista que sigue sin demostrar lo que vale sólo va por lo que gana. Jugadores que terminan siendo las eternas promesas y que no terminan de ser ni determinantes y mucho menos referentes del equipo, sufren más que lo que se divierten jugando. Por favor, tienen todo y su trabajo es el sueño de muchos.
Por ahora la idea de que el “Gran Capitán” fuera el seleccionador parece loca. Pero es la más cuerda de todas.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.