¿Hasta dónde llegará la Franja?
Si Puebla llega a sumar puntos en las próximas dos jornadas, podríamos pensar en que este equipo apuntaría a tener un fin de año que pocos, muy pocos habríamos esperado.
La sorpresiva victoria de Puebla en su visita a las Águilas del América fue un aguacero que bien le vino al árido terreno por el que transita el equipo que dirige José Manuel de la Torre.
Con el resultado, el conjunto camotero obtuvo su segunda cosecha de tres puntos en lo que va del torneo y aunque esta es insuficiente para salvar la temporada, cierto es que los tres puntos conseguidos en la capital del país mejoraron las expectativas de un semestre que pintaba para ser muy similar al que le antecedió.
Debo admitir que el sábado por la noche me encontraba renuente a ver el partido. Durante los últimos años el América se acostumbró a golear a la Franja y esta vez no estaba dispuesto a ver caer por cinco o seis goles a un Puebla que dista mucho de vivir su mejor época.
Sin embargo —como sucede siempre que me propongo no ser testigo de otra derrota poblana— di marcha atrás y opté por ver que sucedía en el estadio Azul. En los primeros quince o veinte minutos me mantuve firme en mi expectativa, sin embargo, paulatinamente fui detectando detalles en el accionar de la Franja que me permitieron vislumbrar la posibilidad de un empate.
En el segundo tiempo, esos detalles se convirtieron en algo más sólido; Puebla, con sus muchísimas limitantes, mantuvo orden en todas sus líneas y anotó el tanto de la victoria con una de las pocas opciones que tuvo en el ataque.
Habrá voces que señalen que América presentó una versión endeble y eso quizá sea cierto, pero no se puede restar valor a lo conseguido por el Chepo y su equipo. Con pocas armas, Puebla venció al bicampeón y, más allá del valor que pudiera tener esa ostentación, los tres puntos fueron lo verdaderamente importante.
No se puede asegurar ni remotamente que a partir de este triunfo los demás lleguen a racimos; no, Puebla no está para eso, sin embargo, lo que sí podría suceder a partir de ahora es que el equipo sume con mayor frecuencia.
Un empate una semana y alguna victoria ante los equipos de su nivel podría ser lo que consiga Puebla en lo que falta de temporada. Una cosecha cercana a las veinte unidades sería un buen escenario para un equipo que no aspiraba a mucho con el plantel que posee.
Está clarísimo que esta Franja no está para ser aspirante a liguilla, no obstante, si se mantiene el orden y el rigor de pelear cada balón, el equipo podría pretender hacer una temporada digna y, a partir de ahí, construir su futuro inmediato.
Aunque la tabla general indique que la Franja es el decimoprimer sembrado y que hoy en el rubro numérico es más que equipos como América, León, Pachuca y Santos, el equipo tendrá que ser mesurado y no perder el piso porque resultados como el del sábado, si bien le cambiaron el semblante, no se repetirán con frecuencia.
Por lo pronto, Puebla debe afrontar con la mayor seriedad los compromisos ante los rivales de su talla. Si Puebla llega a sumar puntos en las próximas dos jornadas y si la adaptación de Luis Quiñones y Emiliano Gómez no demora, podríamos pensar en que este equipo apuntaría a tener un fin de año que pocos, muy pocos habríamos esperado.