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La Selección y sus estados de ánimo

Los estados de ánimo de la Selección cambiarán siempre de acuerdo al mejor postor y el interés que tengan los de los canales y los promotores, más de lo mismo de los últimos muchos años ya al mando del equipo nacional.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 30 OCT 2024 - 6:45

La Selección y sus estados de ánimo
Arte: GRADA

os momentos emocionales de la Selección Mexicana son dignos de las telenovelas que el titiritero de la misma produce.

En el juego contra Valencia todos eran muy malos, no servían para nada, mejor cancelar cualquier competencia y contra Estados Unidos todos estábamos viendo al Brasil de Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, Roberto Carlos, Cafú, Adriano y compañía.

La línea del periodista que tiene un escudo de transmisión y un cheque muy bien pagado son muy viscerales dependiendo de los intereses de la casa que manda.

La realidad es que el equipo nacional sigue con la misma plantilla. Aunque hayan traído a Márquez y Aguirre, la receta va a seguir dando los mismos traspiés de siempre.

Si te dan huevos, harina, leche y mantequilla es irreal pensar que eso va a producir unos chilaquiles; el fracaso continuo que esos futbolistas dará a la Selección está cantado.

A pesar de la organización del Mundial y el acomodo de grupos y rivales y todo el circo que le quieran poner para que sea una competición a modo, el resultado será un espejismo si se da positivo, si no, será la misma cantaleta de siempre.

Es imposible que el equipo de ayer, con un rival muy endeble, casi entregado, sea el bastión con el que México competirá en la Copa del Mundo.

Decían los comentaristas que el Vasco no debería convocar a nadie más que los que estaban puesto que habían demostrado que ya había un 11 tipo y la columna vertebral estaba más que hecha, cuando la realidad es que la “columna vertebral” es digna de una caricatura mal formada que en lugar de ser héroe se destina a un ser bizarro sin idea que nos dará el milésimo dolor de ojos y cabeza.

Hay jugadores destacados que podrían dar un rumbo distinto al equipo, pero la mayoría son los mismos jugadores que fracasaron en Qatar y que cada que se presentan con la playera tricolor (nostalgia porque hace mucho que no usamos la combinación nacional) solamente dan penas y frustraciones a su público.

Hay un video en internet donde un señor argentino se queja del modo de vida de los futbolistas y nombra todas las fortunas que tienen a favor y que termina con un “no sabes parar la pelota, le vas a tirar al arco y la mandas a la mier…, le vas a dar un pase a tu compañero que está a un metro y haces así y se la tiras mal, hijo de… “eso me puede pasar a mi con esta panza!”. Es la realidad del futbolista mexicano en su generalidad.

Tipos que cobran sueldos exorbitantes por hacer muy poco, la ventaja de algún padrino o promotor que les permite estar haciendo lo que muchos sueñan y aún así llega el partido y todo sale al revés.

Esto y la parte táctica que no se ve, solamente tenemos al entrenador campechano tirando buena onda y palabras folklóricas, ruedas de prensa graciosas con poco contenido estratégico, y es la función para la que trajeron a un personaje como Javier Aguirre.

El tipo que haga conexión con la muy lastimada afición, apoyado de la leyenda como auxiliar que todos queremos sea quien le dé el cambio definitivo al equipo pero que está esperando todavía para tomar las riendas totales.

Si lo pensaron así es una movida genial dejar que Rafa esté pero que no tome a este puñado de futbolistas que solo lo exhibirán, que esté para que la siguiente generación más talentosa y moldeable pueda ser suya.

Si lo pensaron así desde las entrañas de la Federación sería el mejor movimiento casi ajedrecista en muchísimos años pero sabemos bien que las palabras Federación, Estrategia e Inteligente no van en el mismo enunciado.

Los estados de ánimo de la Selección cambiarán siempre de acuerdo al mejor postor y el interés que tengan los de los canales y los promotores, más de lo mismo de los últimos muchos años ya al mando del equipo nacional.

Tenemos mucho por mejorar y crecer como Federación y en la manera en la que están manejando los negocios por delante del crecimiento futbolístico no se va a dar.

Seguirán jugando con los estados de ánimo del cliente mayor, el fanático, el que a pesar de todo sigue ahí viendo la cancha esperanzado que el espíritu de los Campos, Blanco, García Aspe, Pardo, Hernández, Suárez, Ambriz, Pardo y los que si se rompieron el físico por la verde hagan su aparición para que motiven a los actuales figurines que terminan siempre por hacer nada.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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