Los Ocho Grandes: el corazón del basquetbol estudiantil
La Liga ABE ha demostrado ser un semillero valioso, pero aún necesita del compromiso de autoridades educativas y deportivas para consolidar su impacto.

A la temporada 2024-2025 de la División 1 de la Liga de la Asociación de Basquetbol Estudiantil le quedan algunas horas para clausurarse. En Monterrey, en la casa del ITESM, el sábado se llevarán a cabo las finales en donde, como ha sucedido en los últimos años, Puebla tendrá un representante.
En lo competitivo y logístico fue un buen torneo. Las instalaciones para entrenar y jugar los partidos oficiales estuvieron a la altura de un torneo organizado por el Tec de Monterrey. El pero —porque siempre hay un pero— es que el ambiente festivo de las finales fue exclusivo de los juegos en los que saltaron a la duela los equipos anfitriones: Borregos Salvajes, rama femenil y varonil.
Poniendo a un lado estos partidos, el gimnasio del organizador del evento registró buenas entradas, que no llegaron a convertirse en llenos.
¿Cuál es la razón?
En Monterrey, a diferencia de lo que sucede con plazas como Puebla, Veracruz e Hidalgo, el basquetbol universitario no termina por ganarse el gusto de la afición. Pese a ello, fue un buen torneo, aunque debe decirse que se extrañó ver el gimnasio a reventar, con comunidad estudiantil apoyando desde las gradas.
Y, precisamente sobre este punto, plausible resultó el esfuerzo que familias poblanas enteras hicieron para viajar durante horas de carretera a Monterrey.
¡Todo sea para apoyar a sus hijos, hermanos, sobrinos —representantes de UMAD, Inter, ITESM o UPAEP—!
A tomar en cuenta
Cada año, el torneo Ocho Grandes de la Liga ABE se convierte en el epicentro del basquetbol universitario en México. Más allá de un simple campeonato, este evento representa la culminación de un largo ciclo de esfuerzo, disciplina y desarrollo deportivo. Las ocho mejores universidades del país se enfrentan en una batalla que va más allá del marcador: se trata de consolidar proyectos deportivos, visibilizar talento nacional y reforzar la identidad universitaria.
Los Ocho Grandes son una vitrina única para jugadores que sueñan con llegar al profesionalismo o bien, para estudiantes que, a través del deporte, desean potenciar sus cualidades de líderes. Pero también es un escaparate para entrenadores, preparadores físicos y cuerpos técnicos que han apostado por formar jóvenes dentro y fuera de la duela. La intensidad de cada partido y la pasión de las gradas reflejan la importancia que tiene este torneo en la comunidad estudiantil.
Sin embargo, el crecimiento del torneo también pone sobre la mesa retos que seguramente deberán abordarse en un futuro inmediato: la necesidad de mayor difusión mediática, más inversión en infraestructura y mejores condiciones para los atletas.
La Liga ABE ha demostrado ser un semillero valioso, pero aún necesita del compromiso de autoridades educativas y deportivas para consolidar su impacto.
El torneo Ocho Grandes no solo define a un campeón: reafirma que el deporte universitario es una pieza clave en la formación integral de los estudiantes deportistas mexicanos.