GRADA Entrevista

Alberto Lati: "GRADA me sedujo; estoy emocionado de estar aquí"

Como preámbulo de su debut como columnista de GRADA, el periodista número uno de México charló con esta casa editorial sobre diversos temas: el deporte, el talento nacional y sus problemas de captación y desarrollo, su visión sobre la próxima Copa del Mundo en Qatar, el proceso de Gerardo Martino y el futuro del Tri, así como su predilección por un periodismo en donde se recupere el amor por las letras, una bandera que lo llevó a convertirse, a partir de hoy, en un gradista más.

Miguel
Miguel Caballero

Actualizado: 18 OCT 2022 - 1:38

Alberto Lati: "GRADA me sedujo; estoy emocionado de estar aquí"
Foto: Cortesía

¿Qué es el deporte?

Un componente indispensable de la civilización, de la cultura, pese a que ha ido cambiando en la dimensión que se la da. Empezó por actividad de ocio o de distinción porque ya la referencia actual de barrio contra barrio, pueblo contra pueblo, ciudad contra ciudad, país contra país, viene de otra etapa en la civilización, cuando con el deporte de por medio se buscaba uno distinguir e involucrar con los míos diferenciándose de los otros; pasó de esa etapa, que tenía mucho de ritual, de místico, así pasaba en la antigua Grecia, en Mesoamérica, a otra etapa en la que su prioridad era la preparación física, atlética, ya por salud, ya por preparación para los jóvenes de un pueblo o de una patria para estar mejor dotados para la guerra; y de ahí brincamos a un proceso en el ya lo relevante para la mayoría no es jugarlo, sino verlo. Ser parte desde fuera, desde la grada por supuesto, y de ahí saltar a una etapa industrial, una etapa en la que el deporte es una industria.

¿Cómo potenciar el talento deportivo en México? 

Tenemos problemas muy graves en detección de talento; una vez que se detecta, cómo se lleva, desarrolla y consolida. Y esto obedece en gran medida a que no estamos queriendo ver el potencial que hay detrás del deporte: en términos de salud pública para un país con estos niveles pandémicos de obesidad infantil y diabetes infantil; en términos de educación; y en términos sociales, de inclusión, de alejar de vicios y de delincuencia. El deporte tiene más llaves de las que las autoridades quieren llegar a identificar.

¿Por qué sucede eso?

Porque se ha simplificado demasiado priorizando los centavos de hoy por encima de los millones de mañana. Lo digo para las autoridades deportivas mexicanas y las autoridades extradeportivas. Lo que no va a ser para hoy o para mañana, o para mi gestión, pues para qué le meto. Y parte de ese problema es que no estamos viendo cómo una inversión a largo plazo tendría demasiados efectos muy duraderos.

No me interesa a mí, aunque me encantaría, que México encabezara el medallero en unos Juegos Olímpicos; sería precioso escuchar el himno mexicano diez veces al día y no una vez por edición olímpica, si acaso. Sin embargo, yo preferiría que el deporte sirviera para causas muy necesarias, muy imperativas para este país, empezando por la salud.

El periodismo deportivo no existe: es periodismo y punto. Pero, por así decirlo, en los últimos años te has consolidado como la mayor referencia en este rubro. ¿Cómo ha sido este proceso para ti? Cuando echas una mirada hacia atrás y ves el camino recorrido, ¿qué reflexiones tienes?

Va cambiando la manera de entregar el mensaje; de inclusive orquestar el mensaje. Lo que no tiene que cambiar es la voluntad de entregarlo, de producirlo. Nunca se ha consumido mayor cantidad de contenidos audiovisuales que en la actualidad. Eso nos deja claro que se sigue consumiendo, el problema es dónde y cómo. Y el problema es la dispersión de una audiencia que accede a demasiadas cosas simultáneamente. Si te están viendo en la televisión que a su vez tiene mil canales, mientras están con una tablet y un celular donde están mensajeando permanentemente por siete vías distintas, tienes que ser muy sofisticado en cómo entregas ese mensaje porque si no, pierdes a la gente.

Y por otro lado, en términos de la letra, que es lo que nos unirá aquí en GRADA. La letra se ha visto sometida por el video. Grandes periódicos del mundo que yo sigo a diario, en internet, me sorprendo cuando veo una pieza que me interesa y entro, y es un video. ¡Es un periódico, no me hagan eso! O si quieres déjalo como un complemento para quien no le gusta leer, pero yo estoy aquí para leer la reflexión. Creo que sí se está sometiendo a la letra de una manera muy peligrosa. De repente recupero la fe cuando veo a grandes plumas que defienden la letra, porque la imagen nunca va a reemplazar a la letra. Jamás de los jamases. Lo mismo cuando buscamos someter todo a un encabezado o a la tiranía del clickbait. La letra tendrá que encontrar su camino, aunque últimamente está sometida a presiones muy fuertes.

Ya estamos viviendo el tema de Qatar 2022, todo lo que se ha hablado sobre esta edición. En una perspectiva general, ¿qué piensas sobre esta Copa del Mundo?

Es un mundial diferente. El hecho de que sea en noviembre cambia el reloj que tenemos en el interior todos los futboleros. Esto nos permitirá un buen nivel, porque los jugadores llegan menos ‘quemados’.

Por otro lado, la reflexión indispensable de a quién se le tiene que dar una sede mundialista u olímpica, qué exigencias tienen que haber; que para la FIFA, las exigencias son dinero, no hay más que eso.

Han habido algunas críticas no apegadas a la realidad, basadas en mitos. Y también algunas muy necesarias, como la represión a la comunidad LGBT, como la inclusión femenina. Y los derechos laborales que fueron el punto, para mí, más lamentable de este camino mundialista. Ya se derogó el régimen de la kafala, un régimen casi esclavista que imperaba en Qatar y que sigue imperando en puntos del Golfo, pero el común de la infraestructura de este Mundial se construyó bajo ese paradigma, que es medieval.

Has viajado frecuentemente a Qatar a realizar piezas periodísticas. ¿Cómo ha sido tu experiencia?

Ha sido muy intensa, siendo una ciudad-estado, todo lo tienes cerca. Te mueves de estadio a estadio sin problema alguno, eso también lo hace muy desafiante, porque es un Mundial distinto en ese sentido. Venimos de mundiales, los últimos tres, en países muy extensos geográficamente: Sudáfrica, Brasil y Rusia. Por otro lado, es un país muy joven en términos de historia, 51 años de independencia, no más de 150 años como una entidad más o menos reconocible. Yo amplifiqué mi cobertura para tocar también el mundo árabe, la religión musulmana, y darle un valor mucho más amplio.

Hoy estrenamos tu participación en GRADA y tu primera colaboración va sobre el tema de México y Gerardo Martino. Sin ahondar en temas tácticos, ¿qué podemos esperar de la Selección en esta Copa del Mundo?

A ver, Gerardo Martino no entregó lo que nosotros pensamos que entregaría. Juan Carlos Osorio en el proceso anterior vivió peleando en contra de la falta de legitimidad que daba no tener un curriculum importante. En el caso de Martino, el haber dirigido a Barcelona, a la selección de Argentina, el haber hecho historia con la selección paraguaya en 2010, le daba un marco muy importante;  marco que no se ha visto reflejado en la realidad. A este punto, no hay argumentos para pensar que Martino ha logrado algo. Viene lo relevante, pero los partidos que México ha jugado, definitivos, han sido un desastre. Esa es la realidad. Sobre todo a partir del periodo de la pandemia, porque la Copa Oro previa, México la jugó muy bien.

No es solamente Martino, es nuestra muy baja generación de talentos. Habla espléndidamente de Andrés Guardado, de “Memo” Ochoa, de Héctor Moreno, mantenerse vigentes. Pero también obedece a que no tenemos un relevo generacional. No lo hay. Hay críticas al entrenador de por qué convoca a los mismos, y cuando se convoca a otros nos damos cuenta que “los mismos”, a mitad de su nivel, o del nivel que les intuimos, son mejores que los otros a plenitud. Esa es una realidad constante muy peligrosa. Yo, sin embargo, a veces veo a México, no sé por qué, en octavos de final. No es un grupo más difícil que los que hemos tenido en los últimos tres mundiales, tú compara. No es más difícil, pero México siembra demasiadas dudas. Cuando estamos a un mes –y de eso va mi primer texto –y tenemos tantas incertidumbres en tantas posiciones… La mayoría de nuestros jugadores llegarán al partido frente a Polonia el 22 de noviembre, teniendo mucho tiempo sin un partido oficial o teniendo muy pocos partidos oficiales en los últimos tres meses, y eso es dramática.

Habitualmente existe esa sensación de que México, por alguna razón en particular, va a hacer algo en el Mundial. ¿Por qué?

Yo creo que esto creció a partir de las dos calificaciones consecutivas de (USA) 94 y (Francia) 98, porque en los años 50 y 60 era “México no avanza”. Se convirtió en norma a partir del ‘94, y desde entonces siempre hemos avanzado; desde el ‘94 sólo Brasil y México han logrado meterse sin falta a la siguiente ronda. Aunque también esto nos lleva a un punto nada agradable: que en todo el camino mexicano por mundiales, sólo hemos ganado un partido de fase nocaut, el de Bulgaria del ‘86, para colmo en casa. Quitando ese juego, siempre que llegamos a un partido de ganar o quedar eliminado, México pierde. Y eso tiene que ver con que no somos de los ocho mejores. El camino más corto para meterte entre los ocho mejores, ¡es ser de los ocho mejores! El camino más corto a ser campeón, ¡es ser el mejor! Si no apelamos a estar en ese nivel, estamos apelando más a los instintos y los impulsos que a un proceso verdadero.

¿Por qué aceptaste estar en GRADA?

Porque me gustó mucho que es un proyecto que busca abarcar al deporte desde cada uno de los ángulos de esta industria, eso me pareció maravilloso; que tiene la necesidad de ver al deporte desde la etapa primigenia hasta la etapa más consolidada, profesional; que pretende defender la reflexión, la diversidad, la variedad y la letra, y no por cuidar de la letra deja de ver la relevancia que es la presentación; y cada una de las portadas es muy trabajada, muy logradas. Es por todo eso que me sedujo tan pronto GRADA y estoy tan emocionado de estar aquí.

Un mensaje a los lectores de GRADA. 

Que estamos en una etapa en la que ya no sirven los medios de comunicación como monólogo. Me encanta el diálogo, la pluralidad de voces. Vengo a escribir, vengo a colaborar, pero muy decidido a escuchar también la retroalimentación para juntos convertir esta GRADA en lo que tiene que ser: una GRADA de todos, donde todos tengamos un sitio.

Sobre el autor

Miguel Caballero
Miguel Caballero

Director Editorial de GRADA. Cuenta con 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha cubierto torneos oficiales de FIFA como Copa América y Copa Confederaciones, entre otros. Coautor de los libros "Puentes" y Escribir es un ensayo".