Toluca, la ruta hacia la primera estrella enfranjada
Esa temporada es inolvidable en la memoria de la afición y conjunto blanquiazul puesto que terminó de manera feliz, habiendo tenido un inicio bastante esperanzador.
Casi al final de la primavera de 1982, el Atlético de Madrid vino a disputar dos partidos a México. En el primero de ellos, efectuado en el estadio “Cuauhtémoc”, se enfrentó a un combinado conformado por jugadores del Puebla y los Pumas de la UNAM. Con el cuadro rojiblanco, alineó el entonces llamado “Niño de Oro”, Hugo Sánchez.
El resultado favoreció al conjunto local por 5-0 con tres anotaciones de Santiago Idígoras, una de Manuel Manzo y Ricardo “Tuca” Ferretti, anotó de penalti. Con ello, se cerró la actividad del cuadro de la Franja en la temporada futbolera, siendo la última ocasión, donde se vio con el uniforme del Puebla a José Martínez “Pirri”, Santiago Idígoras y Juan Manuel Asensi.
Los hispanos, más adelante, todavía hicieron pretemporada en Avándaro con el equipo en el verano, donde estarían bajo el mando del nuevo estratega poblano, el también español Joaquín Rifé, quien había jugado como defensa en el Barcelona, además de haberlo dirigido, obteniendo el título de la Recopa de Europa ante el Fortuna Dusseldorf en 1979.
Sin embargo, la crisis económica por la que estaba atravesando el país desde finales del año 1981, se volvía cada vez más aguda, llegando el gobierno mexicano a devaluar la moneda de forma gradual, suspendiendo incluso el pago de la deuda externa. Asimismo, se elevó en buena medida el gasto público al igual que la inflación. Con ello, México pasaba a ser el país con mayor crisis de deuda en la historia contemporánea de América Latina.
Este acontecimiento de orden económico influyó en demasía dentro del fútbol nacional y en el Puebla concretamente al anunciarse en julio de 1982 su posible cambio de sede a Veracruz. No obstante, el actuar del entonces gobernador de Puebla, Guillermo Jiménez Morales, ocasionó se quedara el equipo en la ciudad, donde el ibérico Jorge Suárez, dejaba de ser el dueño del club, recayendo en un Consejo la responsabilidad de guiar a la institución por buen camino. Algunos de los integrantes eran el Contador Rafael Moreno Valle y Emilio Maurer.
Lo primero que hicieron, ante la precariedad económica existente en el país, fue la de derogar los contratos de los cuatro hispanos restantes en el club. Igualmente, se le dio la responsabilidad en la dirección técnica para la temporada 1982-1983 a Manuel Lapuente, ícono como jugador de la Franja en los setenta, además de ser gente de casa.
Al Puebla comenzaron a llegar jugadores que venían por segunda revancha dentro del balompié nacional, tal era el caso de: Antonio de la Torre, Raúl Arias, José Luis “Chaplin” Ceballos, Ítalo Estupiñán, Nelson Sanhueza, Arturo “Mango” Orozco y el guardameta Pedro Soto. Igualmente, se sumó al equipo proveniente del Salamanca de la Segunda División, una joven promesa que actuaba como extremo derecho, Paul Moreno.
El domingo 5 de septiembre de 1982 quedó registrado en la historia del equipo, como el día donde inició su camino para conseguir su primer título de liga, cumpliéndose en este 2023, cuarenta de haber conseguido dicho logro.
Aquella ocasión, el Puebla, ante poco más de 27 mil aficionados, quienes asistieron al “Cuauhtémoc” a respaldar con todo y cobijar nuevamente a su Franja, recibió a los “Diablos Rojos” del Toluca, los cuales, eran dirigidos por Don José Antonio Roca en la fecha uno de la temporada 1982-1983.
El marcador favoreció por 3-0 a la Franja anotando todos los goles, quien sería la figura del partido, temporada y, hoy es considerado uno de los grandes históricos del conjunto blanquiazul, Muricy Ramalho. El novel arquero toluqueño en ese momento, Marco Antonio “Chato” Ferreira, fue determinante para que no hubiera más anotaciones poblanas.
Esa temporada es inolvidable en la memoria de la afición y conjunto blanquiazul puesto que terminó de manera feliz, habiendo tenido un inicio bastante esperanzador.