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Puebla ya se dio el lujo de eliminar a Tigres

En los cuartos de final del torneo corto Invierno 2000, Puebla debía enfrentar a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), dirigidos por Ricardo “Tuca” Ferreti. La ida en el estadio Cuauhtemoc fue para el Puebla (3-1), después de ir abajo en el marcador. El marcador global quedó 5-3 para la Franja y con ello pasaba por segunda vez a semifinales, dentro de los torneos cortos.

Héctor
Héctor Padilla

Actualizado: 7 MAY 2023 - 3:01

Puebla ya se dio el lujo de eliminar a Tigres
Arte: GRADA

El torneo corto Invierno 2000, fue uno de los peores que ha jugado el Puebla, terminando en la posición 16 de 18 en la tabla general, sólo arriba de Guadalajara que fue penúltimo y el Atlético Celaya, quien ocupó la última posición.

La Franja tuvo en la dirección técnica a la dupla de Gustavo Moscoso y Patricio Hernández, quienes fueron relevados a mitad de temporada por Mario Carrillo, quien volvió a dirigir al Puebla después de haberlo hecho en el Invierno 1999. En el papel, no parecía mal equipo como para pensar que hubiera acabado en las últimas posiciones de la general.

Jugadores de buen cartel habían estado entre sus filas, como: Luis García,José Luis “Parejita” López, los argentinos Alejandro Glaría y Roberto “Nuno” Molina, así como el chileno Cristian Montesinos (proveniente del Necaxa y célebre por haberle anotado en el primer Mundial de Clubes, efectuado en Brasil, al Manchester United).

Mario Carrillo repitió en el banquillo poblano para el Verano 2001 y con ello, tuvieron que emigrar estos jugadores para dar cabida a las nuevas contrataciones del equipo poblano, donde figuraban: Sergio “Ratón” Zárate (quien regresaba al equipo); Claudio Dos Santos “Claudinho” (proveniente del Pachuca); Pablo Caballero (cedido por la UNAM) y Hernán Vigna (llegado del Necaxa).

Los poblanos se encontraban en el Grupo 3 (uno de dos donde había cuatro equipos), compartiendo con Santos (que fue el campeón del torneo), Monterrey y Necaxa. El equipo tuvo un inicio endeble, ya que una derrota en la Comarca por 3-1 ante Santos y un empate (0-0) como local ante el Toluca, generaba entre la afición bastantes dudas ante lo que podía venir; y sobre todo, regresaban los malos recuerdos del descenso ocurrido dos años antes.

No obstante, tras la fecha 3, el equipo acumuló diez fechas sin perder, dando sus mejores versiones como visitante contra equipos como Cruz Azul y el Pachuca de Javier Aguirre, en aquel polémico partido donde los hidalguenses sufrieron cuatro expulsiones y tuvieron un “lesionado” donde, por reglamento, el cotejo ya no podía continuar.

Puebla tuvo un buen torneo, el cual lo colocó en tercer lugar de su grupo, debajo de Santos y Monterrey, además había escalado al quinto de la general. Por ello, debió enfrentar en la repesca a Atlas, que había quedado segundo de su grupo y 12 de la tabla.

Los blanquiazules eliminaron a los Rojinegros con un buen futbol, ganando en el estadio Jalisco (1-2) y empatando en el “Coloso de las Maravillas” (3-3). En los cuartos de final debían enfrentar a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), dirigidos por Ricardo “Tuca” Ferreti. La ida en el estadio Cuauhtemoc fue para el Puebla (3-1), después de ir abajo en el marcador.

La vuelta a Nuevo León lucía complicada para el conjunto enfranjado, quien contuvo los embates de peligro en el primer tiempo que hacía el cuadro norteño. A los pocos minutos de iniciada la segunda mitad, Roberto Ruiz Esparza daba ventaja en el marcador y acrecentaba el global, ratificando la ventaja Marco Antonio Capetillo, unos minutos más tarde.

Los Tigres se fueron al ataque mostrando orgullo propio y Jesús Olalde hacía el primero, para que unos minutos más tarde Óscar Mascorro anotara en propia puerta (siendo la primera vez en la historia de las liguillas para el Puebla que hacía un autogol). 

El marcador global quedó 5-3 para la Franja y con ello pasaba por segunda vez a semifinales, dentro de los torneos cortos.

Sobre el autor

Héctor Padilla
Héctor Padilla

Historiador poblano egresado de la BUAP. Amante desde la cuna del Puebla de la Franja.