GRADA Opinión

La metamorfosis de la “Identidad Puebla”

El proyecto enfranjado –no de ahora, sino desde hace mucho tiempo –ha dejado muy en claro sus objetivos: navegar con el mínimo de inversión necesaria, generar negocio cada vez que se presente la oportunidad (dentro y fuera de la cancha) y, por último, aprovechar las bondades del sistema para disfrutar de una fiesta en la que muy difícilmente, por diversas circunstancias, propias y ajenas, desarrollará un papel protagónico.

Miguel
Miguel Caballero

Actualizado: 8 MAY 2023 - 7:55

La metamorfosis de la “Identidad Puebla”
Arte: GRADA

La metamorfosis de Franz Kafka, una de las obras icónicas de la literatura mundial y la cual, entre otras, dio paso a la corriente ‘del absurdo’ que marcaría en gran medida a diversos autores del siglo XX, cuenta la historia de Gregor Samsa, un joven comerciante que una mañana común y corriente, sin razón aparente, despierta convertido en un monstruoso insecto.

Además del contexto histórico, social y cultural en el que esta obra ve la luz (1915, durante los comienzos de la Primera Guerra Mundial) y con los conflictos y peculiaridades que ello representa, uno de los hilos conductores de Kafka se relacionan con la identidad; ese cúmulo de virtudes, defectos y creencias a las que Gregor, encarnado ya en un animal despreciable a la vista de su familia y la sociedad, debe enfrentarse conforme pasan el tiempo y los daños.

La clasificación de la Franja a la Liguilla, la sexta de manera consecutiva, se debió más a las características de la competición que a una serie de buenos resultados, de ciertos argumentos futbolísticos o por lo menos –retomando el recurso kafkiano –a su personalidad; esa famosa “Identidad Puebla” que, aunque se trató de hacernos creer lo contrario, jamás existió en este torneo y la cual se evaporó aún en las manos del cuerpo técnico anterior.

El proyecto enfranjado –no de ahora, sino desde hace mucho tiempo –ha dejado muy en claro sus objetivos: navegar con el mínimo de inversión necesaria, generar negocio cada vez que se presente la oportunidad (dentro y fuera de la cancha) y, por último, aprovechar las bondades del sistema para disfrutar de una fiesta en la que muy difícilmente, por diversas circunstancias, propias y ajenas, desarrollará un papel protagónico.

No es el hilo negro. Por el contrario: cada uno de los que, a nuestra manera, desde hace décadas o de manera reciente, en mayor o menor medida, seguimos a este equipo, aunque nos guste fingir que no es así, lo tenemos profundamente claro.

Por eso, aquella declaración de que este equipo es “una empresa”, aunque fría o tal vez imprudente, en lo absoluto me parece ofensiva, ni falta a la verdad. Las cosas son como son y no como nos gustaría que fueran. Lo ‘malo’ –por decirlo así, tal vez –es que vinieron de alguien que, a nuestra consideración, por su estatus, no en el club, sino en el recuerdo, cariño y simpatía de la afición, no ‘debió’ decirlo (o al menos, hacerlo con un poco más de tacto y empatía).

La lógica y la justicia, esos intangibles tan ajenos al fútbol y que durante los tres primeros partidos de la Reclasificación brillaron por su ausencia, decidieron aparecer en el estadio Universitario para acabar, afortunadamente y de una vez por todas, con las esperanzas del Club Puebla.

Unas esperanzas que, cabe decirlo, no tenían justificación alguna más que el cariño y la ilusión que invariablemente, sea como sea, genera ver a la Franja en instancias finales, pero que sólo mantendrían con vida a ese monstruoso insecto que hoy no tiene rumbo; pero que, si se lo propone, puede recuperarlo.

Lo demás, como suele decirse por ahí, es mera literatura.

Sobre el autor

Miguel Caballero
Miguel Caballero

Director Editorial de GRADA. Cuenta con 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha cubierto torneos oficiales de FIFA como Copa América y Copa Confederaciones, entre otros. Coautor de los libros "Puentes" y Escribir es un ensayo".