La Franja, en Pachuca y ante un campeón del mundo
Con un sol radiante en la “Bella Airosa” y con los aproximadamente 3 mil 500 espectadores que llenaron el “Revolución” apoyando a su equipo, inició el partido entre Puebla y Pachuca, mismo que fue pitado por el histórico Abel Aguilar.
El 12 de noviembre de 1970, el Puebla de la Franja consiguió su anhelado ascenso a la Primera División del balompié azteca de la mano del inolvidable Francisco “Gordo” González Gatica, técnico del equipo blanquiazul.
Con el dramatismo que generalmente ha estado presente en muchos de sus cotejos históricos, la Franja logró imponerse por 1-0 en el último partido de un cuadrangular disputado en el “Olímpico 68” de México a los “Pericos” del Nacional (llamados también “Charros Verdes”), originarios de Guadalajara, que contaban con José Sedano y Ricardo “Astroboy” Chavarín, quienes, con el paso de los años, se convertirían en figuras de Chivas y Atlas, respectivamente.
Los otros dos equipos que complementaron el grupo fueron el siempre difícil Unión de Curtidores y los “Mastines” de Naucalpan, quienes sucumbieron en la última jornada ante los del Bajío para dejar puesta la escena del drama a poblanos y jaliscienses en una auténtica final, donde los primeros salieron con la mano en alto.
La efervescencia por el ascenso duró poco tiempo, debido a que la Franja debía preparar el torneo de liga que arrancó prácticamente dos semanas posteriores a la mencionada gesta.
El Puebla mantuvo en buena medida la base de jugadores que consiguieron el ascenso, sumándose grandes integrantes como Manuel Lapuente, Benito Pardo, Martín Ibarreche y Jorge “Coco” Gómez, entre otros, quienes vinieron por revanchas futbolísticas, haciendo de la Franja un cuadro relativamente estable dentro de la primera vuelta del torneo.
Hacia la segunda vuelta del campeonato, concretamente en la fecha 22, el Puebla realizó visita al estadio “Revolución” de Pachuca, para medirse ante el equipo local, que buscaría cobrarse la derrota que le propinó la Franja en la primera vuelta (por 3-1 en el majestuoso “Cuauhtémoc”, el cual, lució a su máxima capacidad, dentro de lo que fue el primer partido en Primera División entre ambos equipos).
Cabe mencionar, las dos escuadras ya se habían visto las caras en la Segunda División, desde 1964 hasta 1967, año en que Pachuca consiguió su ascenso; sin embargo, dentro de los cotejos oficiales que sostuvieron, los números favorecieron al Puebla.
Con un sol radiante en la “Bella Airosa” y con los aproximadamente 3 mil 500 espectadores que llenaron el “Revolución” apoyando a su equipo, inició el partido, mismo que fue pitado por el histórico Abel Aguilar (primer árbitro mexicano en dirigir un partido mundialista, siendo el Alemania Federal ante Perú en el Nou Camp de León, durante el Mundial de México 1970, ganado por los teutones 3-1).
Pachuca se fue al frente en el marcador con certero remate de Jesús Zárate; no obstante, unos minutos después, Alfonso Báez emparejó los cartones a un gol (1-1), quedando así el marcador final.
En este partido, Pachuca tenía entre sus filas a un jugador que con el paso de los años se convertiría en campeón del mundo: Omar Larrosa, integrante de la selección de Argentina que enfrentó en la final de la Copa Mundial de 1978 al combinado de Holanda, ganando la Albiceleste por 3-1 en tiempo extra. En aquel partido disputado en el “Monumental”, Omar Larrosa ingresó al terreno de juego con las indicaciones del gran César Luis Menotti, por otro gran mediocampista como Osvaldo Ardiles.
Ante la Franja, el referido Omar Larrosa sólo jugó el primer tiempo, realizando el técnico de Pachuca, Carlos Miloc, su cambio para la parte complementaria. Sin embargo, queda dentro de la historia del Puebla este encuentro, cuando enfrentó al que, algunos años después, sería un campeón mundial.