La Franja, haciendo historia con equipos que le complicaron su estadía en Primera División
Puebla, dirigido por el histórico Eduardo Morilla, aspiraba a dejar a un lado el “fantasma del descenso”. Dentro de la segunda vuelta, tuvo las agallas de ir a ganar en la penúltima fecha del torneo al Zamora en el “Campo Moctezuma”.
La noche de este viernes 10 de febrero, en el estadio Cuauhtémoc, el Puebla de la Franja sostendrá su partido de la fecha 6 en este Clausura 2023, ante Mazatlán, club que está comenzando a formar su historia dentro del fútbol mexicano, después de adquirir la franquicia de Monarcas Morelia.
Muy poco que escribir en la historia de los enfrentamientos entre ambos equipos. Sin embargo, por el lado del Puebla, tiene en su memoria ocasiones donde ha enfrentado a varios equipos como local que han debutado en Primera División, o donde su paso por el máximo circuito ha sido fugaz. Algunas de estas escuadras no tenían antecedentes en la división de honor.
Uno de esos ejemplos fueron los Reboceros de La Piedad, quienes en la temporada 52-53 lograron el ascenso y cuando visitaron al Puebla en el mítico “Mirador”, cargaron con la derrota por 4-1 con tres goles del tico Edwin Cubero, quien tuvo una gran temporada, al igual que el conjunto poblano, coronándose en la Copa México, siendo la segunda que obtenía el cuadro blanquiazul en su historia, de la mano en la estrategia del gran Isidro Lángara.
En la plantilla de ese equipo michoacano de La Piedad, estaba el novel José “Jamaicón” Villegas. Igualmente, dentro de los anales enfranjados, se encuentran los esporádicos enfrentamientos que sostuvo el Puebla con los “Chongueros” del Zamora, quienes en la temporada 1954-1955, obtuvieron su ascenso en la Liga Mayor.
En la siguiente temporada, los zamoranos visitaron al Puebla en el “Mirador” que lució enfangado por las intensas lluvias que había tenido la ciudad en esos días. El partido correspondió a la jornada 12 de la 1955-1956, un domingo 25 de septiembre de 1955, donde se respiraba un drama entre los asistentes debido a que el Puebla y Zamora eran los últimos lugares de la general y candidatos al descenso.
Aquel día, Guillermo Rodríguez hizo estallar de júbilo las gradas que lucieron repletas del mítico inmueble, adelantando a la Franja con un certero cabezazo. No obstante, el Zamora, dirigido por Enrique Álvarez, se puso arriba en el marcador 1-2, ante la incredulidad del respetable y el nerviosismo que desde el primer minuto permeó.
Pero a un minuto del final del cotejo, el argentino e histórico del Puebla –quien en esa temporada al Irapuato, hizo el gol 500 en la historia del equipo en partidos de liga– Antonio Bonezzi, con gran tiro de derecha, empató el marcador a dos, quedando así el tanteador final y desatando la alegría de los asistentes.
Los goles del Zamora los hizo el entonces joven Carlos González, quien tres años más tarde, en el mundial de Suecia 1958, defendería la camiseta nacional, jugando el histórico partido ante Gales en el estadio “Rasunda” de Solna, donde se empató a un gol con anotación de último minuto de Jaime Belmonte, quien también enfrentó al Puebla jugando para el Cuautla, en la misma temporada 55-56.
Puebla, dirigido por el histórico Eduardo Morilla, aspiraba a dejar a un lado el “fantasma del descenso”. Dentro de la segunda vuelta, tuvo las agallas de ir a ganar en la penúltima fecha del torneo al Zamora en el “Campo Moctezuma”. Todavía quedaba un partido para salir avante y la Franja lo ganó al León, condenando al Zamora a regresar a la segunda división.
Esa encarnizada lucha deportiva entre zamoranos y poblanos, quedó en la historia de la Franja, salvando por primera vez el descenso y cerrando así su primera etapa dentro del fútbol mexicano, debido a que en ese torneo el equipo desapareció.