Una Franja entre deseos y regalos
Ojalá que con entusiasmo, los aficionados de la Franja sepan de lo que le depara a su equipo en este 2024; los porqués de cada venta, de cada fichaje, de cada decisión tomada. Me parece, los deseos y los regalos se deben cumplir para todos.
La “Navidad Camotera” comenzó esta semana, una vez anunciada la renovación de Ricardo Carbajal y su cuerpo técnico para encarar el 2024.
Sin lugar a dudas, esta fue una de las más bonitas –y ansiadas –noticias que la afición del Club Puebla pudo recibir, para así colocar la primera ‘palomita’ a una lista de deseos que, si no tan numerosa, sí es muy específica.
Durante años, el ecosistema camotero se ha sostenido en la falta de recursos económicos para competir con las nóminas más robustas del fútbol mexicano; una narrativa que, pareciera, ninguno de los enfranjados comprende. Pero nada más lejano a la realidad.
El aficionado de la Franja es consciente, demasiado, de que su equipo es incapaz de ir torneo tras torneo, temporada tras temporada, por los “peces gordos” y más apetitosos del mercado.
Ridículo, por decir lo menos, sería el generarse expectativas de luchar a golpe de chequera con las estructuras más poderosas del balompié nacional (en primera, porque eso no garantiza ningún título; y en segunda, porque el verdadero dueño del equipo no tiene el mínimo interés de hacerlo). Pero muy por el contrario, lo único que sí se exige es un poquito de “por favor” en la planeación de cada campeonato.
A manera de ejemplo, por diversos motivos, para la dirigencia será imposible resistirse a las ofertas que lleguen durante estos días por Guillermo Martínez, quien, con un trabajo y compromiso a todas luces observable, aprovechó la oportunidad para convertirse en el mejor goleador mexicano del momento y, con ello, tener la posibilidad de dar un salto de calidad a nivel profesional (fichar por un club de mayor renombre y llegar a Selección Nacional) y de vida.
Ante este inevitable escenario, entre otros que en este cierre de año o en meses futuros pudieran acontecer, ¿qué soluciones se anticiparon para evitar los ‘bomberazos’ y el sufrimiento innecesario?
Con este primer regalo cumplido (renovación de Carbajal), la nueva cúpula camotera tendrá un reto emocionantísimo por delante, pues la confección del equipo de cara al próximo año se respaldará en decisiones que, sí o sí, deberán transmitir esa ambición por ser un proyecto realmente competitivo, supeditado en argumentos futbolísticos sólidos y no en los milagros.
Son tiempos de deseos y regalos (o de mero consumo, como prefiera verse); épocas de bombardeo a todos los niveles de las que, por supuesto, el Club Puebla no es ajeno. Cada espacio disponible (redes sociales, radio, centros comerciales, etc.), relatará a detalle los incomparables beneficios obtenidos al adquirir un jersey conmemorativo o un abono para asistir al Cuauhtémoc.
Ojalá que con idéntico entusiasmo, los aficionados de la Franja sepan también de lo que le depara a su equipo en este 2024; los porqués de cada venta, de cada fichaje, de cada decisión tomada. Me parece, los deseos y los regalos se deben cumplir para todos.
¡Felices fiestas!