La marca que conquistó el inolvidable Fogel ante Cruz Azul
La Franja –dirigida por José Moncebáez– fue al Azteca a derrotar 0-1 a Cruz Azul, con gol de tiro libre del inolvidable Silvio Fogel, batiendo al que quizá es el mejor arquero foráneo que ha llegado al futbol mexicano: Miguel Marín.
En su regreso a la Primera División (1970), el Puebla enfrentó a nuevos equipos, los cuales no existían antes de su desaparición (1956); algunos de ellos eran Laguna, UNAM y Cruz Azul. Con este último inició una buena rivalidad, ya que en la reaparición de la Franja en el máximo circuito, sostuvo su segundo encuentro oficial en el Cuauhtémoc; con un gran lleno, los poblanos dieron cuenta de la Máquina, entonces vigente campeón, por 2 goles a cero.
A partir de ahí, los enfrentamientos entre ambos equipos en la Angelópolis, fueron relativamente parejos; sin embargo, el equipo cementero inclinó un poco las cosas a su favor, al menos dentro de las seis temporadas de la Franja, tras su regreso. Incluido dentro de esto se encuentra la fase de liguilla en la 1973-1974, donde, con un gran partido en el juego de ida, empataron a un gol (1-1). No obstante, en la vuelta, Cruz Azul fue una aplanadora, derrotando de manera holgada al equipo blanquiazul por 6-1.
Pero en la temporada 1976-1977, se generó un hecho un tanto curioso entre ambos equipos. Primeramente, en la fecha 18 de ese torneo, la Franja –dirigida por José Moncebáez– fue al Azteca a derrotar 0-1 a Cruz Azul, con gol de tiro libre del inolvidable Silvio Fogel, batiendo al que quizá es el mejor arquero foráneo que ha llegado al futbol mexicano: Miguel Marín. Cabe destacar, en aquel partido se despidió del balompié nacional, Alberto Quintano, gran ícono cementero; y la Franja, previo al encuentro, salió como víctima, debido a que no le había podido ganar a los capitalinos como visitante.
En la segunda vuelta, hacia la fecha 37, ante un “Cuauhtémoc” pletórico y con sol radiante (clásico de cada mes de mayo en la ciudad angelical), el día 22 de dicho mes de 1977, la Franja recibió a Cruz Azul, equipo sublíder general de la competencia y dirigido por don Ignacio Trelles, conocido y querido por la afición poblana.
El partido inició con dominio del cuadro capitalino. Sin embargo, poco más del minuto 20, el árbitro decretó falta del olímpico en Montreal 76 por México y defensor celeste, Jorge López Malo, sobre el extremo poblano Juan Alvarado, fuera del área grande. Silvio Fogel, de gran tiro de derecha, pidió el esférico y lo acomodó. Observó la colocación de la barrera y la posición del guardameta cementero José Ledezma, quien suplió aquella tarde al “Supermán” Miguel Marín.
Fogel lanzó un tiro que hizo una comba impresionante por arriba de la barrera, incrustándose en el ángulo superior derecho de la portería cruzazulina, ante la algarabía en la tribuna. Con ese gol, Silvio llegó a veinte goles en esa temporada, siendo apenas el segundo jugador en toda la historia de la Franja en hacerlo en un torneo, por detrás de Ricardo “Changa” Álvarez, quien casi 27 años antes, anotó su último gol con el Puebla (el 21 de mayo de 1950 ante el Asturias en el “Vista Alegre” de México). Otra de las figuras ante Cruz Azul, esa tarde, fue el meta Sergio “Onassis” Díaz, quien mantuvo el cero con sus buenas intervenciones.
Al final del partido, la afición despidió con ovación al Puebla, quien cerró la temporada en casa con un buen triunfo y frente a un gran rival, como la “Máquina” de Cruz Azul.