El Clásico Nacional
Si ambos conjuntos salen a pelear el Clásico con el corazón y orgullo de por medio, el talento futbolero les permitirá tener un juego abierto y posiblemente de muchos goles.
Hace muchos años que el Clásico Nacional no pintaba tan atractivo por el momento de ambas escuadras, llegaba uno con todo y el otro arrastrando el orgullo y se daban infumables empates a cero. Pocas veces vimos el partido más importante de la liga (sí, aunque en el norte quieran que sea distinto) con tanto llamativo como ahora.
Hace tiempo, la semana del Clásico era distinta, los jugadores tiraban indirectas muy directas al rival y se calentaba el partido. Uno como aficionado quería que llegara el juego y mientras tanto se aventaban apuestas a diestra y siniestra, hasta se preparaba la reunión, comida, cervezas, botana, playeras de ambas escuadras, el ritual era más grande que el del mismo futbolista, juntarse dos horas antes del juego, preparar todo, platicar las estadísticas con una que otra joyita al rival que subía aún más la presión del inicio del partido.
El buen torneo que están teniendo las Chivas genera que se quiera ver un gran encuentro; América, por su parte, lleva ya varios torneos jugando bien pero consiguiendo poco y nada en cuanto a títulos nos referimos.
Que lleguen como lugares 4 y 5 de la tabla, 1 punto de diferencia, con buen accionar en la mayoría de los partidos, nos ofrece la ilusión de tener un Clásico como hace –por lo menos– 10 años no teníamos.
Paunovic, ante la irregularidad de resultados, ha encontrado en los rivales a un aliado para sumar y colocarse arriba en la tabla. De sus 5 triunfos en la liga, 4 fueron en una racha que rompió Puebla con tremendo zapatazo (léase con voz de Fernando Palomo) y que evitó que mantuvieran el tercer puesto a pesar de la victoria de los Diablos el fin de semana. La dupla que han podido hacer el “Pocho” Guzmán y Fernando “el Nene” Beltrán para beneficio de los rojiblancos mantienen la ilusión en su gente para (por fin) competir desde lo alto de la tabla. Ya sabemos que los 12 puestos para calificar ofrecen un colchón a la mediocridad de algunos equipos para entrar a pelear el título, más allá que los de arriba siempre parecen ser los mismos, la oportunidad está y a veces se aprovecha.
Por el lado azulcrema, el cuadro base que Fernando Ortiz usa y que tiene banca para sustituir posición por posición en la mayoría de las ocasiones, le da una estabilidad más allá de sus dotes estratégicas que en los partidos de matar o morir son nulas (véase cualquier partido contra Pachuca, la ida contra Toluca en semis y algún partido más donde las Águilas ni siquiera levantan el vuelo).
El tándem que han logrado hacer en el centro del campo con Fidalgo y Sánchez hacen que la ausencia de Pedro Aquino pase medianamente desapercibida, al ataque las combinaciones que han podido hacer Martín, Zendejas, Rodríguez, Valdés, Roger y alguno más permiten anotar desde cualquier punto, gracias a la movilidad y generación de oportunidades.
Quizá el punto más débil del Guadalajara sea la defensa y en caso de los de Coapa, el portero. A pesar de tener una línea defensiva fuerte y sólida, la velocidad juega en contra para los jaliscienses, y este es un punto que podrían explotar los americanistas; pero yendo al otro arco, la mala temporada de Óscar Jiménez y la inclusión de Malagón en el cuadro titular, podrían suavizar un poco la parte débil de los azulcremas.
Si ambos conjuntos salen a pelear el Clásico con el corazón y orgullo de por medio, el talento futbolero les permitirá tener un juego abierto y posiblemente de muchos goles; particularmente me gustaría un 4-3 como en su momento las Águilas africanas Kalusha y Biyik, con goles también de Zague y Cuauhtémoc, lograron en el Estadio Jalisco en la 94-95 (la “Macarena” de Del Olmo y Biyik como momento icónico), un partido con muchos goles que termine (para mi gusto y satisfacción) con triunfo amarillo.
Estamos con ansias de que el juego inicie ya, que en la semana se dejen recaditos en entrevistas, que el Clásico se caliente como antes y que tengamos un partido espectacular. Esperemos el mejor Clásico de los últimos años y que eso permita que ambos equipos recuperen su mote como lo que eran, los más grandes, por muchos años, a partir de ya.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.