Juegos Centroamericanos: no solo es estar por estar, sino estar para dar
Los esfuerzos de organizar en poco más de 18 meses unos Centroamericanos seguramente tendrán sus frutos en cada latido, en cada grito, en cada lágrima, en cada abrazo, en cada rostro de orgullo, en cada medalla, en cada bandera, en cada aplauso.
No se trata solo de estar por estar, sino de estar para dar. De impregnarse del olor, del fervor, de la pasión…y compartir.
En dos días, San Salvador ha puesto sobre el escritorio, el verdadero compromiso para que todo salga bien. Porque así lo pensaron y a eso se comprometieron ante los ojos de toda América.
La primera prueba pública fue la ceremonia inaugural de sus juegos, precisamente en el día olímpico, un escenario que se debía aprovechar. Y al decir América, no exagero. Presentes están los directivos de Panam Sports, organizadores de los próximos Panamericanos en Santiago. Su presidente Neven Ilic y el de Centro Caribe Sports, Luis Mejía, han trabajado juntos, con el firme objetivo de lograr que un evento sea extensivo en el otro, que la consecuencia no sea aislada. Que tenga una razón. Compartir.
Luego de la cobertura de cuatro ediciones previas, nunca deja de haber sorpresas. Uno pone pruebas al otro y provoca la necesidad de superación.
La calidez de Cartagena, sumada al poderoso ritmo de Mayagüez, a la entrega y apapacho de Veracruz, a la alegría y fiesta de Barranquilla y al extremo deseo de servir de San Salvador, crean un cóctel de fantasías que no puedes guardar solo para ti. Hay que compartir.
El “transmitir emociones” es una labor convertida en privilegio. El ser testigo presencial de los triunfos y derrotas, hacerlos tuyos, y compartirlos, provocan una reacción en cadena muy difícil de contener.
No solo es estar por estar, sino estar para dar.
Los esfuerzos de organizar en poco más de 18 meses unos Centroamericanos seguramente tendrán sus frutos en cada latido, en cada grito, en cada lágrima, en cada abrazo, en cada rostro de orgullo, en cada medalla, en cada bandera, en cada aplauso.
Ahí, los atletas protagonizarán historias de vida, ejemplos que servirán para que nuestros niños se motiven para intentar ser mejores y convencerse que los sueños sí se cumplen.
¡Y aquí estamos! Emocionados como el primer día de hace 17, como aquel primer día en Cartagena 2006. Ilusionados y con la pasión a flor de piel para transmitirles esas historias.
No estamos solo por estar. Estamos listos para compartir.