Club Puebla: que la suerte no te abandone
La dirección deportiva que ejerce (al menos en el título nobiliario) el señor Jorge González se aferra, con curioso cinismo, a la misma brillante “estrategia” de los últimos torneos: que la suerte nunca te abandone.
Reforzar: engrosar o añadir nuevas fuerzas o fomento a algo.
Fortalecer o reparar lo que padece ruina o detrimento.
Real Academia Española (RAE)
Han pasado 10 días desde que Guillermo Martínez Ayala, el hombre más importante del Club Puebla en el pasado Apertura 2023 (junto a Ricardo Carbajal, evidentemente), desapareció de la plantilla camotera para ser anunciado oficialmente con su nuevo equipo.
Por si hace falta mencionarlo, la de Martínez fue una salida que los aficionados de la Franja intuyeron incluso antes de que el equipo finalizara su participación en la pasada Liguilla; pero especialmente, fue una salida que la directiva camotera conoció y, sobre todo, saboreó con alegre antelación.
Sin embargo, a pesar de ser un movimiento más que inminente, a poco menos de una semana de comenzar el nuevo campeonato, la Franja sigue sin cubrir con responsabilidad y coherencia el hueco que dejan los números conquistados por el “Comandante” (subcampeón de goleo y mejor goleador mexicano de la Liga MX el pasado torneo, nada más).
Porque a pesar de lo que pueda pensarse o decirse, más allá de apelar al romanticismo de los “reencuentros” exitosos, refiriéndonos específicamente en el aspecto estadístico, las llegadas de Lucas Cavallini y Santiago Ormeño (viejos y queridos conocidos de los Camoteros, a quienes se les desea lo mejor en su nueva etapa como enfranjados), en lo absoluto representan una solución al problema que dejó la “jugosa” salida de Martínez.
Lo de Cavallini (y en breve lo de Ormeño) debe llamarse “contratación”; “fichaje”; “llegada”; “incorporación”; “adquisición”. Pero llamarle “refuerzo” es una rotunda mentira; casi, casi una burla.
La fatídica experiencia del campeonato pasado (ventas de piezas clave sin cubrirse con sensatez y planeación; contrataciones a destiempo y carentes de lógica; jugadores fuera de ritmo que terminan convertidos en rotundos fiascos), contrario a lo que algunos ingenuamente creímos sucedería, pinta para hacer un nuevo acto de aparición.
Al día de hoy, con la primera jornada a la vuelta de la esquina, el bendito “mercado de la nostalgia” vuelve a ser la gran apuesta en la Franja.
La dirección deportiva que ejerce (al menos en el título nobiliario) el señor Jorge González se aferra, con curioso cinismo, a la misma brillante “estrategia” de los últimos torneos: que la suerte nunca te abandone.
Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.
PD. Pero no todas son malas noticias. A los enfermos de la Franja, aquellos infectados con la incurable franjitis, les esperan buenas noticias.