Nikkole Teja: la apuesta en contra de la Franja
Para las Camoteras, lo de Teja no significa una pérdida futbolística irreparable ni mucho menos; aunque tal vez sí lo sea para ciertos fines mercadológicos y de captación de asistentes al estadio (vaya métodos más simplones y cortitos de talento).
Aunado a los despropósitos protagonizados desde el pasado torneo y en el actual con la categoría varonil (de los cuales hemos hablado y escrito hasta el cansancio aunque, lamentablemente, parece que nunca será suficiente), resulta más que necesario abordar lo ocurrido, también con dolorosa anterioridad, con el conjunto femenil del Club Puebla.
El caso de Nikkole Teja, una jugadora que fue anunciada como gran “refuerzo” (otra vez ese concepto tan dañino y malbaratado en el mundo del fútbol), a pesar de que nunca demostró argumentos futbolísticos para ser considerada como tal y de arrastrar más de seis meses de inactividad con su anterior equipo, es prueba de ello.
Apenas 19 días después de ser oficializada con la Franja, sin un minuto de actividad con el equipo y con una aparición en el banquillo como mayor logro en su estancia con el club, de manera absurda y que raya en lo cómico, Teja anunció su salida y retiro profesional.
Tras lo ‘curioso’ (por decir lo menos) que resultaba contratar a una jugadora cuyo nivel de juego jamás fue de destacar, que parecía una apuesta extradeportiva y, a todas luces evidente, cuya cabeza se encontraba más que alejada del fútbol profesional, ¿realmente esta situación sorprendió hacia el interior del club?
Para las Camoteras, lo de Teja no significa una pérdida futbolística irreparable ni mucho menos; aunque tal vez sí lo sea para ciertos fines mercadológicos y de captación de asistentes al estadio (vaya métodos más simplones y cortitos de talento).
Sin embargo, pareciera que la terca continuidad al proceso de Pablo Luna o el grosero error administrativo en el “Caso Cosío”, por más increíble que parezca, no fueron suficientes. Ahora habrá que sumarle este nuevo bochorno, el cual sólo hace más que seguir exhibiendo la negligente toma de decisiones en detrimento de un escudo, una afición y una historia que no construyeron.
El desastre en el rumbo deportivo del Club Puebla es un tema demasiado serio y resulta urgente que alguien, de una vez por todas, ponga seriedad y verdadera solución a ello.
Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.