Pericos o fénix: la camiseta no solo pesa, inspira
Son una institución con alma, con memoria y con un futuro que, si se sigue cultivando con inteligencia y pasión, promete escribir nuevos capítulos dorados en la historia del béisbol mexicano.

Pocas franquicias en el béisbol mexicano pueden presumir una historia tan rica, compleja y emotiva como la de los Pericos de Puebla. Fundados en 1942, los Pericos no solo han sido testigos del desarrollo del deporte en el país, sino que han sido protagonistas de sus capítulos más memorables.
Su historia es un mosaico de triunfos, caídas, renacimientos y, sobre todo, una muestra inquebrantable del poder de la pasión beisbolera en Puebla, tanto lo ha sido que podríamos ejemplificar una metáfora casi perfecta del ave fénix que resurge de sus cenizas. Hoy, más de 80 años después de su creación, el equipo no solo representa una tradición para todos los poblanos, sino una promesa; la de una temporada que promete seguir alzando el vuelo en su legado.
Desde sus primeras apariciones en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), los Pericos
han representado el espíritu combativo de la ciudad de Puebla. A lo largo de las décadas, el equipo ha cambiado de nombre y de administración en varias ocasiones, pero siempre ha retornado a su esencia original: ser los Pericos. Esa identidad ha sobrevivido a crisis económicas, cambios de sede y transformaciones profundas en el deporte nacional.
Y sin embargo, allí siguen, con el nido bien arropado por la afición en el estadio Hermanos Serdán.
En términos deportivos, los Pericos han tenido momentos brillantes.
Su primer campeonato llegó en 1963, y posteriormente, se consagraron en 1979 y 2016 para más recientemente alcanzar nuevamente el título en 2023. Este último título no solo fue una bocanada de aire fresco para la franquicia, sino también un recordatorio de su potencial dormido. Fue una temporada en la que el equipo, con una plantilla bien equilibrada y una afición fervorosa, volvió a demostrar que no está en la liga solo para competir, sino para ganar.
No obstante, el camino no ha sido fácil. Los últimos 10 años después del campeonato de 2016 fueron irregulares, con cambios en el cuerpo técnico, rotación de jugadores extranjeros, y altibajos en rendimiento. Pero algo ha cambiado en los últimos años.
La directiva ha apostado por un proyecto de largo plazo, centrado en el desarrollo de talento joven y en la construcción de una identidad clara dentro y fuera del diamante.
Los resultados comienzan a notarse.
La actual temporada 2025 presenta señales claras de que los Pericos están listos para volver a pelear por lo más alto. La plantilla se muestra sólida, con una combinación inteligente entre veteranos experimentados y jóvenes promesas. La rotación de lanzadores ha mostrado consistencia, y el bateo ha cobrado fuerza gracias a nuevas incorporaciones extranjeras y la maduración de peloteros nacionales. Más allá del terreno de juego, la conexión con la afición también ha sido revitalizada.
Las gradas del Hermanos Serdán vuelven a llenarse con entusiasmo, no solo por el espectáculo deportivo, sino por el orgullo de portar los colores verde y amarillo.
La afición poblana, que nunca ha abandonado a su equipo a pesar de las adversidades, empieza a ilusionarse nuevamente. Y no es para menos: los números favorecen, el ambiente es positivo, y el hambre de victoria es evidente en cada entrada.
Los llenos en el estadio demuestran el entusiasmo y la "pericomanía" que se ha generado en Puebla. En un momento en que la LMB se vuelve cada vez más competitiva, con equipos invirtiendo en talento extranjero y en estructuras de alto rendimiento, los Pericos tienen una ventaja invaluable: su historia.
Esa historia, tejida con esfuerzo, identidad y resistencia, se convierte en una motivación poderosa para jugadores y fanáticos por igual. La camiseta no solo pesa, inspira.
Por todo ello, no resulta descabellado imaginar un cierre de temporada glorioso para os Pericos. Si el equipo mantiene la disciplina táctica, evita lesiones y sigue aprovechando su localía, no solo es factible pensar en playoffs, sino incluso en una nueva Serie del Rey. El ave legendaria de Puebla está lista para volar alto de nuevo.
Los Pericos de Puebla no son un equipo más.
Son una institución con alma, con memoria y con un futuro que, si se sigue cultivando con inteligencia y pasión, promete escribir nuevos capítulos dorados en la historia del béisbol mexicano.
Que nadie los subestime: hay un aire de grandeza revoloteando en el cielo de Puebla.